La incapacidad de republicanos y demócratas para acordar un presupuesto antes de la fecha límite fijada para este miércoles ha activado un cierre del Gobierno Federal de EEUU que por el momento afecta a servicios no esenciales pero que podría comprometer otras funciones de la Administración Central si se prolonga el bloqueo legislativo. Es la primera vez que sucede desde 2019.
El Partido Republicano había exigido al Demócrata que aprobase la extensión de la financiación actual durante otras semanas, pero los congresistas de esta formación se han negado a hacerlo a menos que los de la formación gobernante acordasen importantes concesiones. El Senado votará hoy por la mañana, hora de EEUU, ese mismo presupuesto, que los líderes republicanos han prometido presentar una y otra vez hasta que un número suficiente de demócratas cambien de opinión y permitan reabrir el gobierno.
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El martes por la noche la propuesta presentada por los republicanos, que necesitaba 60 votos para aprobarse, obtuvo un resultado de 55 votos a favor y 45 en contra. Solo dos demócratas, los senadores John Fetterman (Pensilvania) y Catherine Cortez Masto (Nevada), votaron con el Partido Republicano a favor de la medida, junto con el independiente Angus King (Maine). Tan solo un republicano, el senador Rand Paul (Kentucky), se unió a los demócratas en su oposición a la propuesta. Los legisladores ya habían rechazado anteriormente una alternativa demócrata que fracasó por falta de apoyo suficiente.
Cientos de miles de empleos federales serán suspendidos temporalmente, mientras que otros empleados considerados esenciales tendrán que seguir reportándose a trabajar, aunque muchos no recibirán su salario hasta que se acabe el bloqueo. Otros, sin embargo, seguirán cobrando sus salarios, ya que sus empleos no se financian con las asignaciones anuales del Congreso. El cierre afectará a los servicios de la administración considerados no fundamentales, como la operación de parques nacionales o la posibilidad de realizar ciertos procesos administrativos en papel, y a la larga podría tener efectos aún más caóticos como retrasos y cancelaciones masivas en aeropuertos. La duración del bloqueo -condicionada por lo que ambos partidos tarden en alcanzar un acuerdo- resultará clave en la disrupción de las prestaciones de las agencias del Gobierno central.
Los líderes demócratas Hakeem Jeffries y Chuck Schumer culpan del cierre a la Administración Trump y su partido. «Tras meses de hacer la vida más dura y cara, Donald Trump y los republicanos han cerrado ahora el gobierno federal porque no quieren proteger los cuidados de salud del pueblo estadounidense», afirman Jeffries y Schumer en un comunicado conjunto, donde reiteran que su formación «sigue preparada para encontrar un camino bipartidista«, para el que necesita «un socio creíble».
Retrasos y ausencias
Durante el cierre de Gobierno, los museos federales -lo que incluye a los 21 del Instituto Smithsonian en Washington y Nueva York- cerrarán, aunque cabe la posibilidad de que algunas de estas instituciones consideren que pueden usar fondos sobrantes para operar de manera provisional. Lo mismo sucede con los más de 63 Parques Nacionales repartidos por todo el país, aunque muchos seguirán siendo accesibles pero sin servicio de guardabosques ni centros de visitantes abiertos. A su vez, estados como Arizona, Utah o Colorado han dicho que usarán fondos estatales para mantener sus parques más populares totalmente abiertos.
El Departamento de Educación se prevé en su mayor parte cerrado, así como agencias regulatorias como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Si bien las gestiones electrónicas relacionadas con el Servicio de Impuestos Internos (IRS) no resultarán afectadas, esta agencia no procesará documentos en papel ni atenderá llamadas telefónicas.
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Al ser considerados esenciales, el cierre parcial del Gobierno Federal no afectaría al personal de la Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA) ni a los controladores aéreos, pero sí a sus sueldos, que no les serán abonados hasta que haya acuerdo bipartito. Es de prever, como sucedió en el cierre que aconteció en el primer mandato de Trump entre diciembre de 2018 y enero de 2019, que si la suspensión parcial de la Administración se prolonga mucho representantes de ambos gremios comiencen a ausentarse de sus puestos alegando enfermedad para así ejercer presión sobre el Congreso. Esto generaría importantes retrasos y hasta cancelaciones de vuelos en todo el país.
A su vez, embajadas y servicios consulares de EEUU (incluyendo trámites para pasaportes y visados) seguirán operativos en general durante el cierre, aunque los plazos de procesamiento podría aumentar debido a la menor disponibilidad de personal. También se cree que un cierre prolongado podría interrumpir programas como WIC, iniciativa federal que proporciona suplementos alimenticios y atención médica a mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como a bebés y niños menores de cinco años, pertenecientes a familias de bajos ingresos y en riesgo de sufrir desnutrición.
Las fuerzas de seguridad, desde los agentes del FBI o la CIA al Ejército, seguirán trabajando en caso de cierre, aunque ninguno de ellos cobrará su sueldo hasta que el Congreso apruebe un presupuesto que permita la reapertura total del Gobierno Federal. El servicio postal también mantendrá intactas sus funciones, al igual que el Seguro Social o programas de salud como Medicare.
La incapacidad de republicanos y demócratas para acordar un presupuesto antes de la fecha límite fijada para este miércoles ha activado un cierre del Gobierno Federal de EEUU que por el momento afecta a servicios no esenciales pero que podría comprometer otras funciones de la Administración Central si se prolonga el bloqueo legislativo. Es la primera vez que sucede desde 2019.