En un deporte donde los egos suelen chocar con la misma fuerza que los puños, pocas veces se ve una rendición tan sincera como la de Sean O’Malley hacia Ilia Topuria. El excéntrico ex campeón del peso gallo, que en su día apuntó al hispanogeorgiano como rival soñado, sorprendió al mundo al declararlo “el mejor peleador libra por libra que haya pisado la tierra, incluso por encima de Jon Jones”. Una afirmación que sacudió los cimientos de las MMA.
El contraste entre ambos es tan evidente como simbólico. Mientras O’Malley perdió brillo tras caer dos veces frente a Merab Dvalishvili, Topuria ha conquistado dos divisiones, noqueando a figuras legendarias como Volkanovski, Holloway y Oliveira. El Matador, con apenas 28 años, se ha convertido en un fenómeno que no solo acumula cinturones, sino que redefine el estándar de grandeza dentro del octágono.
Las palabras de O’Malley reavivan un debate eterno: ¿quién es realmente el GOAT de la UFC? Los defensores de Jon Jones recuerdan sus más de doce defensas exitosas y su dominio en dos categorías. Los nostálgicos, en cambio, no olvidan a Georges St-Pierre. Pero la brutalidad con la que Topuria ha despachado a tres mitos recientes lo coloca, según muchos, en una dimensión reservada solo a los elegidos.
“Sus últimos tres nocauts… no es que controle, es que destruye”, apuntó ‘Suga’, reconociendo la contundencia de un campeón que no especula y convierte cada combate en un espectáculo demoledor. Una confesión que, además, refleja la distancia sideral entre la caída de un ídolo mediático y el auge de un depredador imparable.
Ilia Topuria, hoy número uno libra por libra, ya no es la promesa que desafiaba jerarquías: es el nuevo tótem de la UFC. Si el futuro lo cruza con Islam Makhachev, el choque no será solo por un cinturón, sino por la eternidad. Porque cuando incluso tus rivales más mediáticos se rinden a ti, es que ya has alcanzado la categoría de mito. @mundiario