- Oscars a la vista: DiCaprio y Sean Penn se disputan la pantalla en Una batalla tras otra
- 37 temporadas y 20 años después de su primera película, Los Simpson estrenarán una secuela en cines
La nueva película Una batalla tras otra, dirigida por Paul Thomas Anderson y protagonizada por Leonardo DiCaprio, se ha convertido en un éxito de taquilla con un arranque millonario en Estados Unidos y a nivel internacional. El filme mezcla acción, drama, comedia y thriller en una historia difícil de clasificar, donde se abordan temas como el radicalismo político, la represión estatal y el activismo social, y ha despertado gran interés en el público y en la crítica especializada.
La trama, sin embargo, no surge de la nada. El director se inspiró en la novela Vineland, publicada en 1990 por Thomas Pynchon (1937), uno de los escritores más enigmáticos y admirados de la literatura contemporánea. No es la primera vez que el director estadounidense de Boogie Nights o Magnolia adapta al autor, pues ya lo hizo previamente con su película Puro vicio, protagonizada por Joaquin Phoenix, y estrenada en 2014.
TE PUEDE INTERESAR
A. Richart
Anderson no ha realizado una adaptación literal del libro, sino que ha tomado sus personajes y esencia para crear una versión cinematográfica más lineal y accesible, sin renunciar al espíritu contrarrevolucionario y crítico que caracteriza a la obra original. La película mantiene la tensión de un ex revolucionario enfrentado a su pasado cuando su hija desaparece, mientras introduce diferencias narrativas respecto a la novela.
En el filme, el reencuentro entre padre e hija se convierte en un clímax cargado de emoción, a diferencia de los flashbacks que estructuran gran parte del relato literario. Además, Anderson amplía el protagonismo de personajes secundarios y añade nuevos roles, como el interpretado por Benicio del Toro, inexistente en el libro, que aporta una dimensión ligada a la inmigración.
Tráiler de ‘Una batalla tras otra’. (Warner Bros.)
La versión de Anderson ha sido celebrada por la crítica al entenderse como una reinterpretación fiel al universo de Pynchon, pero adaptada al lenguaje cinematográfico. El resultado es una cinta que combina sátira social, conspiraciones, idealismo y vínculos familiares, con una narración que dialoga tanto con los años sesenta como con la actualidad política. Una batalla tras otra confirma a Paul Thomas Anderson como uno de los grandes narradores del cine moderno y a Leonardo DiCaprio como un actor capaz de dar vida a personajes complejos que trascienden la pantalla.