La afición del Athletic demostró que es de Champions en el primer desplazamiento de la Liga de Campeones de esta temporada. Desde primera hora de … la mañana, en una jornada en la que el sol acompañó desde el amanecer, sin casi nubes, el centro de Dortmund se vistió de rojo y blanco para dar cobijo a las cerca de 4.000 personas que se plantaron en esta localidad germana de algo menos de 600.000 habitantes. Todos con su camiseta del equipo de Ernesto Valverde, su bufanda… Perfectamente conjuntados para asistir a un encuentro para el que todavía quedaban once horas y con una kalejira por delante que resultó espectacular.

Por eso, algunas se sentaban a desayunar con un café y algún dulce. Otros paseaban y hacían tiempo para beber las primeras cervezas. Aunque los más animados ya tomaban asiento en las terrazas de Alten Markt, el punto de encuentro de la hinchada vizcaína, y pedían sus birras. Eso sí, todas las bebidas se servían en vaso de plástico para evitar posibles incidentes. Pero daba igual. «Hemos venido a beber, a cantar y a darlo todo. Y por supuesto a ganar», comentaban Marian, Miguel y Javi, tres amigos de Rekalde con experiencia en viajes continentales del Athletic.

En esos primeros momentos, cuando se producían los encuentros entre amigos, las conversaciones giraban siempre alrededor del mismo tema: la forma en la que se había llegado a Dortmund. Había de todo. Pero seguro que pocos harán de vuelta un viaje tan completo como el de Mikel, Markel, Unai y Juan, cuatro amigos de Getxo que disfrutaban del sol y la cerveza en una de las terrazas de Alten Markt. «Nada más acabar el partido cogemos a las 2.30 un tren a Colonia, luego un avión a Tirana, en Albania, vamos a Venecia y de allí a Santander. Y cogemos un bus para ir a Bilbao», cuentan con una sonrisa.

Son de los primeros que han llegado. Antes de las once de la mañana, al mismo tiempo que al lado del Signal Iduna Park se jugaba un partido de walking football con Gurpegui como capitán del Athletic y la plantación de un roble en señal de hermanamiento entre ambos equipos y ciudades. Pero volvamos al centro. Desde la once, Alten Markt se ha convertido en una sitio reservado para la hinchada del Athletic, de la que formaban parte Óscar de Marcos, Markel Susaeta o Mikel.San José. Poco a poco, la plaza ha cogido dos colores, el rojo y el blanco. Hacia el mediodía, era casi imposible andar por este lugar y había gente que se tenía que quedar en las calles que daban acceso. No obstante, faltaba una pizca de chispa.


«Hay ambiente, pero no como en otras ocasiones. A estas horas (las dos) en Manchester ya había una fiesta considerable. Aunque seguro que a medida que avance la tarde y llegue la hora del partido habrá más ambiente», pronosticaban Leire y Ángel, hija y padre, que acudían «ilusionados» con el partido. Es cierto que algún aficionado se lanzó a poner una bufanda de Txapeldunak, un gorro y una bandera en la estatua que presidía Alten Markt, se podía ver a hinchas vestidos con el traje bávaro de la Oktoberkfest… También había cánticos, bufandeos e incluso bromas cuando pasaban aficionados alemanes – «uno del Dortmund, uno del Dortmund, aquí hay uno del Dortmund», le decían-, pero la caldera todavía no estaba en plena ebullición.

Faltaba tiempo. Que se acercara la hora del encuentro. Entonces sí. A partir de las cuatro, casi sin espacio para caminar, estalló la fiesta. Todos los cánticos habituales, el lo, lo, lo Athletic Club, el reportorio rojiblanco salió a relucir. Por fin. No podía faltar el «famoso Athletic» de Muniain. Los hinchas locales miraban atónitos lo que sucedía y se sacaban fotos con los visitantes. Se cruzaban y no pasaba nada. Todo en hermandad. Sin incidentes.

Kalejira

De repente, llegó la explosión. La kalejira organizada por Íñigo Cabacas Herri Harmaila. Ahí la afición explotó. Parecía que la gente esperaba una señal, un ‘ya’, para romperse. Una serpiente rojiblanca recorrió Dortmund durante casi dos horas. Hubo todo tipo de cánticos.

Porque hubo un momento en el que la policía que escoltaba a la afición -había cuatro furgonetas por delante, otras tantas por detrás y decenas de antidisturbios – informó por megafonía de que no se podían enseñar la bandera palestina dentro del estadio. La respuesta fue gritar «Palestina, askatu» y «free Palestina». También se escucharon gritos contra la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Aunque las 3.500 personas que acudieron a la convocatoria se dejaron la voz en animar al Athletic. A por todas. «Que se nos oiga». Vaya si se les oyó. De hecho, los hinchas del Dortmund que se cruzaban se quedaban admirados del paseo. Tras casi dos horas, la fiesta se trasladó al estadio. «Goazen Athleeeetic».