Robbie Williams ha confesado que sufre el síndrome de Tourette. El británico, que ha sido diagnosticado con TDAH y que ha tenido que lidiar con una serie de adicciones con el alcohol y las drogas, lo que le llevó a pasar periodos en centros de rehabilitación, se ha sincerado sobre sus problemas de salud en el podcast I’m ADHD! No You’re Not, de Paul Whitehouse y Mine Conkbayir.
Fue ahí cuando explicó también lo que sufre: «Acabo de darme cuenta de que tengo síndrome de Tourette. Son pensamientos intrusivos que me vienen. El otro día, mientras caminaba por la calle, me di cuenta de que estos pensamientos intrusivos están dentro del síndrome de Tourette».
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico hereditario que puede caracterizarse por sonidos y movimientos involuntarios conocidos como tics. Lo habitual es que comience en la infancia, aunque este no es el caso de Robbie Williams, y entre sus síntomas destacan las muecas faciales y las sacudidas de cabeza. Hay también una serie de tics vocales involuntarios que pueden incluir gruñidos, carraspeo y repetición de una serie de palabras.
Además, expresó lo mal que lo pasa en las giras y en los conciertos pese a la cantidad de años que lleva dedicándose a la música con enorme éxito: «La gente me dice que debo estar emocionado por irme de gira, pero tengo miedo».
Sufre ansiedad cuando sale de la cama
El artista contó también que le han diagnosticado TDAH tres veces. El motivo de la repetición es que se olvidaba cada vez que le decían lo que tenía. La primera vez fue hacia 2006. En aquel momento le dieron pastillas de Adderall, pero pasó de tomárselas de forma corriente a triturarlas y esnifarlas.
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Robbie Williams en el Mad Cool.Getty Images
También contó que se hizo una prueba de autismo que dio negativo, pero que sí reveló que tenías rasgos autistas, y que ha querido comprender por qué se siente tan mal consigo mismo cuando sale de la cama, el lugar que considera su zona de confort y que cuando abandona le provoca ansiedad. «Cualquier lugar fuera de la cama es una zona incómoda para mí«.
Pese a todo, ha expresado que cada vez lleva mejor unos problemas que empezaron en su veintena: «Fue horrible en esa década, malo en los treinta, a los cuarenta empecé a mejorar y estoy en una curva ascendente, pero todavía me siento incómodo. Sigo buscando constantemente la razón y el porqué», finalizó Robbie Williams.