El peso del Gobierno en la Bolsa española marca máximos de los últimos 27 años. Esta es una de las principales conclusiones del Informe de Propiedad de las Acciones publicado hoy por el servicio de estudios de BME, el gestor del mercado nacional, … con datos a cierre de 2024. Detrás de esta situación, como se desprende del análisis, está el intervencionismo creciente del Ejecutivo en las empresas con ejemplos recientes como los de Indra o Telefónica.
La participación del sector público en la Bolsa española alcanzó en 2024 el 4,1%, ocho décimas más que el año anterior, con un montante de inversión de 32.579 millones de euros.. Esto quiere decir que es porcentaje del parqué nacional está en manos públicas. «A través de entidades como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Enaire y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el Estado mantiene posiciones estratégicas en compañías clave como Aena, Caixabank, Indra, Telefónica, Enagás y Redeia», recuerda BME.
No se veía una participación en estos niveles desde el proceso de privatización de empresas públicas como Telefónica, sobre la que, casualmente, el Gobierno ha recorrido ahora en parte el camino inverso. «Fueron los sucesivos procesos de salida a Bolsa y privatización de grandes empresas públicas de finales de los años 90 del siglo XX los que provocaron la gran reducción la participación de las Administraciones Públicas en las empresas cotizadas españolas. Si en 1992 esta participación llegó a ser del 16,6%, a finales de 1998 bajó hasta el 0,6% como consecuencia de la colocación a través del mercado bursátil de participaciones accionariales en grandes empresas que pasaron a manos de multitud de accionistas tanto individuales como institucionales, nacionales y extranjeros», indica el gestor la Bolsa.
Desde 1998 hasta 2012 la participación del Gobierno en la Bolsa española se mantuvo prácticamente inmutable y en niveles muy residuales entre el 0,2 y el 0,5% del total. En 2013 llegó un repunte importante por el rescate a los bancos; principalmente, la subida de entonces se debió a la nacionalización de Bankia. Pero bajo el Gobierno de Pedro Sánchez se le ha dado un nuevo gran empujón. Por ejemplo, el Ejecutivo decidió ampliar sustancialmente su posición en Indra y en 2024 acometió un movimiento inesperado para regresar al capital de Telefónica.

Administraciones Públicas
Propiedad de las acciones cotizadas
en la Bolsa española (1992 – 2024). En %
Fuente: Banco de España, SEPI./ ABC

Administraciones Públicas
Propiedad de las acciones cotizadas en la Bolsa española (1992 – 2024). En %
Fuente: Banco de España, SEPI./ ABC
El Gobierno adquirió un 10% de la emblemática compañía de telecomunicaciones española en una decisión plenamente controvertida por los motivos que se comunicaron (seguridad nacional, defensa, por ser empresa estratégica…) y porque después La Moncloa ha ejercido su poder en la gestión de la empresa colocando al afín Marc Murtra.
«En la actualidad el Estado español vuelve a ser un propietario relevante de la Bolsa española con una cartera equivalente al 4,1% de su valor total», incide BME. En la participación pública destacan las posiciones del 51% en Aena y el 18,03% en Caixabank, además del 10% en Telefónica.
Asimismo, hay otras operaciones que todavía no contabilizan en la estadística como la reciente entrada en Talgo protagonizada por la SEPI, para tratar de facilitar el desembarco del industrial Sidenor y ante los problemas que atraviesa la compañía ferroviaria.
Familias e inversores institucionales
Pese a todo, los inversores internacionales siguen siendo los mayores propietarios de la Bolsa española, aunque su participación cae levemente, mientras que la de las familias baja hasta mínimos de 32 años.
«La participación de los inversores internacionales en la Bolsa española se sitúa en el 48,7%, tres décimas menos que un año antes. Dentro del grupo de los inversores foráneos destacan los institucionales. Según los datos de FactSet, al cierre del primer trimestre de 2025, un total de 8.634 fondos privados participaban en el Ibex, con un valor de mercado de 207.300 millones de euros. De ellos, el 70,7% del número de fondos y el 48,7% de la capitalización es de fondos europeos, mientras que los norteamericanos suponen el 25% del total y el 46,9% de la capitalización«, expone BME.
La participación de las familias en la propiedad de las acciones cae hasta el 15,8%, su nivel más bajo en 32 años. El dato contrasta con los niveles alcanzados a finales del pasado siglo, cuando los inversores minoristas participaron ampliamente en las grandes privatizaciones de empresas públicas y su peso en la Bolsa española llegó a superar el 35%.«El informe resalta la importancia de impulsar la presencia de inversores minoristas en la Bolsa. «La escasa participación de los pequeños inversores en la propiedad de las empresas cotizadas es uno de los problemas que enfrenta la baja competitividad de los mercados de capitales europeos y también el español», recoge BME.
El problema de esto es «cómo romper la dinámica estática del ahorro familiar que mayoritariamente se dirige a activos inmobiliarios, cuentas corrientes y depósitos» para reorientar parte de ese dinero a que fluya en los mercados financieros. Más aún ahora que en Europa las empresas necesitarán acometer grandes inversiones en transición ecológica, digitalización, etc.
«Para convertir este deseo en un círculo virtuoso no debemos mirar demasiado lejos: países como Suecia cuentan desde hace décadas con herramientas como la cuenta ISK. Se trata de una especie de ‘hucha inteligente’ donde los ciudadanos pueden invertir en mercados de capitales con flexibilidad, beneficios fiscales y una carga burocrática limitada. Esta fórmula es la que nosotros defendemos como propuesta central para España y está siendo objeto de análisis por la Comisión Europea aunque existe la tendencia a convertirla en un complemento de las pensiones lo cual, a nuestro juicio, sería un error que impediría conseguir los logros de movilidad del ahorro que se persiguen», expresa el gestor de la Bolsa.