Gema Maldonado Cantero
En el Ministerio de Sanidad hay preocupación por el aumento de infecciones de transmisión sexual en España, una tendencia que no para de crecer de forma significativa en los últimos años y que ha vuelto a hacerlo en 2024. El año pasado los casos notificados clamidia, sífilis y gonorrea, las infecciones de trasmisión sexual más frecuentes, creció un 10% con respecto a 2023. Las infecciones por clamidia crecieron un 13,3% en el último año, los casos de sífilis aumentaron un 9,6% y los de gonorrea, un 8,3%.
Los datos preliminares del Informe de Vigilancia Epidemiológica correspondientes a 2024 indican que se notificaron 41.918 casos de infección por Chlamydia trachomatis, lo que supone 86,26 casos por 100.000 habitantes. En el caso de la infección gonocócica los contagios notificados se elevaron a 37.257 con una incidencia de 76,63 y los contagios de sífilis contabilizados fueron 11.930 con 24.54 casos por 100.000 habitantes. El informe también indica 1.996 contagios de linfogranuloma venéreo, cuya incidencia fue de 4,59.
Las infecciones por clamidia crecieron un 13,3% en el último año, los casos de sífilis aumentaron un 9,6% y los de gonorrea, un 8,3%
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha alertado este miércoles sobre este aumento durante su intervención en la Jornada de Sensibilización sobre las infecciones de transmisión sexual celebrada en Ministerio, un incremento que no es único de España. «Se ha visto en otros países de la Unión Europea, y está convirtiendo a las infecciones de transmisión sexual en un problema de salud pública», ha señalado.
Mónica García admite que «las razones detrás de estos aumentos no están claras y se necesita más trabajo, tanto a nivel de la Unión Europea como de los Estados miembros para recopilar y compartir datos en este ámbito», y señala que «podrían estar relacionados con cambios en los comportamientos sexuales, como un mayor número de relaciones sexuales sin preservativo, un aumento en el número de parejas sexuales y posibles cambios en las redes sexuales».
Mónica García: «Las razones detrás de estos aumentos no están claras y se necesita más trabajo, tanto a nivel de la Unión Europea como de los Estados miembros»
La ministra ha propuesto declarar el seis de junio como Día Nacional de Concienciación
sobre las Infecciones de Transmisión Sexual. Una fecha elegida como guiño al Compuesto 606, nombre original del Salvarsán, el primer tratamiento eficaz contra la sífilis desarrollado en 1909. «Es necesario eliminar el estigma y promover una sexualidad sana, positiva y protegida. Declarar una fecha nacional como el 6 de junio nos permitirá reforzar el compromiso colectivo frente a estas infecciones”, ha señalado García.
Para el Ministerio la educación sexual tiene un papel clave en la estrategia para reducir las infecciones de transmisión sexual. Por lo que, además de las campañas de información, el equipo de García trabaja en la idea de facilitar preservativos de forma gratuita a jóvenes de entre 16 y 22 años. Por otra parte, ha incidido en la mejora de la formación de los sanitarios como línea estratégica para mejorar el abordaje integral de estas infecciones, con «competencias culturales, perspectiva comunitaria y un enfoque libre de estigmas».
Desafío europeo ante ITS
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), que recoge y analiza los datos de infecciones de transmisión sexual de todos los países europeos viene advirtiendo de su incremento generalizado en sus informes. Los datos más recientes del organismo europeo señalan el impacto «desproporcionado» que tienen clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniaisis en ciertos grupos de población, como los jóvenes, los hombres que tienen sexo con hombres y las personas trabajadoras sexuales.
Clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis afectan de forma desproporcionada a jóvenes y colectivos vulnerable
La científica del ECDC Juliana Reyes-Ureña ha hecho una radiografía de las infecciones de transmisión sexual más frecuentes en la región europea y su afectación en la población en la Jornada que ha acogido el Ministerio. La clamidia y la gonorrea tiene una prevalencia significativamente mayor en los jóvenes de 15 a 24 años respecto de la población general. Llama la atención tasa de prevalencia en las mujeres de este rango de edad, que casi dobla a las tasas que presentan las mujeres de todas las edades. La prevalencia de la gonorrea es especialmente alta entre hombres que tienen sexo con hombres.
La científica ha citado el caso de los países nórdicos, que han reportado descensos de la clamidia entre 2023 y 2024, con caídas de entre un 16% y un 20%, especialmente entre la población de 15 y 29 años de edad. «Puede que sea por impacto de las políticas de salud pública para sensibilizar y promover una salud sexual segura y por la mejora de acceso a los tratamientos», ha señalado Reyes-Ureña. Sin embargo, otras infecciones de transmisión sexual sí han crecido, pese a las mismas campañas de sensibilización sexo seguro. «No se han llevado a cabo estudios de causalidad» para poder conocer a ciencia cierta los factores detrás de esta caída, ha puntualizado la experta.
Las infecciones de transmisión sexual «continúan representando un desafío de salud pública» que sigue en aumento
El ECDC tiene previsto publicar en los próximos meses los resultados de la monitorización que, por primera vez, ha hecho sobre la respuesta que dan los países de la región ante las infecciones de transmisión sexual. Algunas de sus primeras conclusiones, expuestas por Juliana Reyes-Ureña indican que las ITS «continúan representando un desafío de salud pública» que sigue en aumento. Preocupa de forma «creciente» la sífilis, en particular, la sífilis congénita. Además, es clave vigilar las resistencias a antibióticos. Los últimos datos indican los altos niveles de resistencia que se registran a la azitromicina y al ciprofloxacino, mientras la resistencia a las cefalosporinas se mantiene baja.
La científica del ECDC ha advertido de que la monitorización ha mostrado respuestas por país ante las ITS muy diversas y que hay «importantes carencias de información» para medir aspectos como el acceso al diagnóstico y al tratamiento. Sin esta información «las brechas y desigualdades» en el acceso a la atención «permanecen ocultas» y se hace más difícil poder alcanzar el objetivo marcado para 2030 de eliminar las infecciones de transmisión sexual como problema de salud pública.

