La consejera andaluza de Salud y Consumo, Rocío Hernández, ha descartado este viernes dimitir tras los fallos detectados en los cribados del cáncer de mama en la comunidad y ha asegurado que eso sería «lo fácil», ya que la responsabilidad de su departamento es informar a las afectadas y mejorar ese programa de detección precoz.

«Aunque alguien lo pida y lo han pedido mucho, sería una falta de responsabilidad por mi parte y sería lo fácil«, ha insistido, en declaraciones a los periodistas en Granada.

La Junta de Andalucía reconoció que ya son 2.000 las afectadas por los fallos en el programa de detección precoz del cáncer de mama y anunció que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha comenzado ya a llamar una por una a todas las mujeres con pruebas «no concluyentes» del programa de cribado. La Consejería de Salud admite un «fallo de información» detectado en el programa a quienes deben hacerse una segunda prueba.

Se trata de pacientes con «lesiones dudosas que en principio no revisten gravedad, pero que deben hacerse un seguimiento, siempre bajo criterio médico», según el Gobierno andaluz.

Mientras, las afectadas se plantean una demanda colectiva con el fin de depurar todas las responsabilidades y denuncian que, tras un primera mamografía dentro de este programa de detección precoz, no recibieron comunicación sobre las sospechas de cáncer de mama, lo que supuso en distintos casos retrasos de meses e incluso años en su tratamiento y el consiguiente avance de los tumores.

El Gobierno andaluz dice que no ha «minimizado» el problema

También ha negado que la administración sanitaria andaluza haya «minimizado el problema» y ha insistido en que, cuando comenzó a conocer los casos la semana pasada, asumieron las responsabilidad y «desde ese primer momento» se puso en revisión todo el proceso de cribado del cáncer de mama.

Con respecto a la cifra de 2.000 mujeres reconocida por la Consejería, Hernández ha dicho que no es que haya 2.000 mujeres afectadas de cáncer que no hayan sido atendidas, sino que esa cantidad está «en una situación intermedia» y no habían sido informadas de que debían someterse a una segunda prueba.

«Insisto en un mensaje de tranquilidad, tenemos un programa de cribado que salva vidas y lo que sí que nos está preocupando es que ahora descienda el número de mujeres que quieran participar«, ha señalado la titular de Salud, que ha recalcado que su responsabilidad es que el sistema público mejore.

La consejera ha recordado que el programa de cribado de cáncer de mama tiene más de 20 años de trayectoria y que cada año «invita» a medio millones de mujeres a hacerse pruebas.

En los cribados pueden detectarse lesiones con signos de malignidad, ninguna lesión o bien una situación intermedia en las que las lesiones pueden ser «sospechosas».

Montero: «Estamos ante el colapso del sistema sanitario público andaluz»

La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dicho que la situación creada por los retrasos diagnósticos del cáncer de mama “es el síntoma del colapso del sistema sanitario público en Andalucía” y “la punta del iceberg” de la situación en la que se encuentran los enfermos en la comunidad.

“Si esto ocurre con mujeres cuyo diagnóstico indica que hay que seguir haciéndose pruebas porque hay algo que no termina de encajar, se pueden ustedes imaginar lo que está ocurriendo con otras enfermedades, qué ocurre con los cáncer de colon o de próstata y de todos los programas de cribado”, se ha preguntado la ministra en Jaén.

Montero ha cuestionado que el presidente andaluz, Juanma Moreno, no supiera en el primer día el número de casos afectados y este jueves se conoció que son 2.000 mujeres que no saben si el resultado de su prueba requiere hacerse otra para descartar un cáncer de mama.