Madrid
El informe de la UCO que disecciona la evolución patrimonial de José Luis Ábalos desde 2014 concluye que «habría recibido fondos en efectivo tanto en su despacho como en su vivienda» procedentes de una «reserva» que custodiaban su asesor Koldo García y la que era su mujer, Patricia Úriz. Entre ellos, hablaban en clave del dinero que manejaban.
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Según las conclusiones de los investigadores, «chistorras» eran billetes de 500 euros, llamaban «soles» a los de 200 y «lechugas» a los de cien. Mientras, Ábalos hablaría en clave pero en genérico; «folios» o «cajas de folios» significaba dinero en efectivo.
Llegan a esta tesis tras analizar las conversaciones mantenidas por los tres a lo largo de varios años, cuando diversas de estas expresiones se van repitiendo en contextos que apuntan a que se trata de dinero. Ambos, dice el informe, «se encargaban de centralizar chistorras de su entorno próximo y las cambiaban por billetes de menor valor facial a través de un tercero de su confianza con residencia en Navarra».
Esto implicaba desplazarse hasta allí con cantidades significativas de efectivo encima, como refleja una de las conversaciones entre Koldo García y su mujer a la que la UCO concede «máximo interés». El 29 de marzo, Koldo le dijo que tenía «una pequeña alegría para el día de elecciones» y pasara lo que pasase en las urnas. «2000txistorras», le anunció.
«Eso es imposible. Para nosotros, no?», contestó ella. Koldo zanjó: «tenemos carne para un tiempo. Vamos a guardar un poco lo mínimo. Que estoy ya cansado». Uriz echó cuentas: Si los cálculos los hemos hecho bien no necesito ninguna chistorra más. Nunca. Eso es 1 M???», planteó. Hablaba de un millón de euros.
Unas horas antes, él le había comunicado que tenía que transportar «40 txistorras» ese mismo día, era en tren a Navarra y ella estaba agobiada por tener que llevar tanto efectivo. «Si los llevo en el chaleco marrón tú crees que me lo harán quitar? además voy a llevar abrigo», a lo que Koldo García contestó: «Divídelo, maleta bolso abrigo y cartera».
Quien les cambiaba los billetes es según el informe, del dueño de un autoservicio en Santesteban, en Navarra, donde iría a conseguir cambio para los billetes de 500 porque, según decía Koldo, le daba apuro pagar con eso teniendo el cargo de asesor del ministro que tenía en esa época.
«Yo es que recojo de todos. Aquí no los queremos nadie», le dijo sobre los billetes. «Somos lo que somos y es una mierda». Por eso la UCO deduce que era sus billetes de 500 y los de una «pluralidad de personas» de cierta «relevancia».
En este contexto, la UCO ha identificado uno de los pagos de 10.000 euros del comisionista Víctor de Aldama a Koldo García de los que sospechaba por la contabilidad que le fue incautada en su casa a este último, unas anotaciones rudimentarias en dos columnas, la A y la B, que en este nuevo informe se identifican con dinero propio y dinero que esperan que les sea restituido.
Ese presunto pago de Aldama habría tenido lugar en septiembre de 2019, cuando Koldo García le dijo a Úriz que se pasara «por el piso de Madrid» y ella, tras intercambiar unos mensajes con el comisionista para quedar, le dio el resultado a su marido: «Me he traído 20 chistorras y lo que me han dado». Esos serían según la UCO, los 10.000 euros.
El matrimonio llevaba una contabilidad a dos columnas, la A y la B. En una anotaban lo que les era propio y en la otra, se presume que eran cantidades que esperaban a que se les restituyesen, incluyendo gastos en favor de Ábalos. Eran «custodios», dice la UCO, de dinero suyo en efectivo y no eran los únicos.
El informe pone bajo sospecha los fondos del hijo de Ábalos
El informe refiere que el primogénito del exministro le insuflaba fondos más allá de los que constan por transferencia bancaria (algo más de 56.000 euros en tres años), engrosando así la cifra de dinero en efectivo no declarado que se le atribuye. Reflejan por ejemplo, mensajes de una cita con el hermano de Koldo García en la que le habría compensado en efectivo el pago de una factura que tenía Ábalos pendiente y que superaba los 12.000 euros.
Pero no sólo. La UCO pone bajo sospecha el origen de los fondos con los que Víctor Ábalos nutría a su padre y que, según dice el informe, «podría estar vinculada a los hechos investigados», entre otras cosas porque de esos temas hablaba con Koldo García por líneas de las consideradas «seguras» y porque se habla de movimientos para cubrir gastos del exministro que no tienen respaldo en las cuentas bancarias. La Guardia Civil colige que Víctor Ábalos «dispondría de una reserva de efectivo» que custodiaría y utilizaría «para sufragar distintos gastos de su padre».