Los asaltos de 5 minutos facilitan un espectáculo deportivo de primera magnitud.

Las MMA suelen tener fama de provocar resultados impredecibles. No hay para menos.
Son pocas las reglas imperantes en esta disciplina y, por tanto, se incluyen técnicas
ofensivas de todo tipo, por lo que cualquier ataque puede finalizar al contrario en
cualquier momento. Una combinación afortunada o un derribo cambian, en pocos
segundos, el curso de una pelea que parecía discurrir con un favorito claro.

En la UFC, principal promotora de las MMA del mundo, los emparejamientos se eligen
cuidadosamente, para asegurar el espectáculo y que ambos contendientes estén lo más
igualados posible. Sin embargo, los pronósticos realizados antes de que suban al
octágono no siempre aciertan; precisamente, por la enorme cantidad de variables que
incorpora este deporte.

Tal vez, por este motivo, las apuestas en directo online representan una sección con
bastante protagonismo en las plataformas digitales actualmente, ya que el usuario
predice en base a lo que está ocurriendo en la jaula. Aún así, y dado que todo puede
pasar, no es nada sencillo vislumbrar quién ganará, cómo y en qué momento. Pero, ¿y si
llegan hasta el final? ¿Cuánto dura, según el reglamento, un combate de UFC?

Número de asaltos y duración

Es importante señalar que, en sus inicios, la UFC no tenía asaltos (al menos, en plural).
Simplemente, los luchadores salían a la jaula y el combate finalizaba cuando uno
noqueaba o sometía al contrario, cuando uno se rendía, por descalificación o por parada
médica. Sin límite de tiempo. De hecho, ni siquiera había categorías de peso. Era una
lucha entre dos atletas de características dispares con muy pocas limitaciones.

Este escenario daba lugar a algunos combates verdaderamente aburridos, aunque
pudiera parecer lo contrario. No fueron pocas las ocasiones en las que, tras un derribo,
pasaban los minutos con ambos luchadores casi inmóviles en el suelo, tratando de
someter al contrario. Con el cambio de siglo, llegaron normas nuevas para crear peleas
más entretenidas.

Además de las divisiones de peso, se introdujeron los asaltos. Una buena excusa para
hacer un “break” cuando la pelea se torna tediosa y empezar de cero; por otra parte, el
tiempo total pasaba a ser limitado, evitando periodos interminables en los que no
ocurría nada interesante. Para ello, se creó un doble formato, de tres o cinco asaltos. En
ambos casos de 5 minutos cada uno, con 1 minuto de descanso.

Como podemos ver, son muchos menos asaltos que en el boxeo profesional
(habitualmente, entre 4 y 12), de mayor duración cada uno (en boxing son 3 minutos).
¿Cuándo son 3 asaltos y cuándo son 5? Bien, pues la gran mayoría de combates son a la
distancia de 3 asaltos. Los de 5 rounds están reservados, normalmente, para las peleas
principales, como en las que está en juego el título; aunque, también, algunos eventos
con nombre propios (cabezas de cartelera) se pactan a esta distancia más larga.

Los combates de UFC más cortos

Así, si no hay finalización o descalificación, las peleas de la promotora de Dana White
acostumbran a durar entre 15 y 25 minutos (más los descansos). Y, sí, pese a ser una
disciplina muy exigente, muchos llegan hasta el final y precisan de las cartulinas de los
jueces. La preparación de estos atletas, más el acierto en los emparejamientos (en esta
web ya os hemos hablado de la dificultad para predecir determinados cruces), propician
que se agote el tiempo reglamentario.

Eso sí, en otras ocasiones, la contienda se resuelve en pocos minutos e, incluso, en
pocos segundos. Tal vez, el ejemplo más famoso sea el de Masvidal contra Askren, en
2019. ¡Tan sólo 5 segundos! Askren, que partía como favorito por su depurado
“wrestling”, salió como una bala para conseguir el derribo. Y, Jorge Masvidal, que tenía

clara la estrategia que seguiría su rival, arrancó como una tren bala para ir a su
encuentro con una rodilla voladora. KO instantáneo.

¿Un caso aislado? En realidad, no. Una derecha a la contra, en 2006, aseguró a Duane
Ludwig una rapidísima victoria contra Jonathan Goulet: fueron 6 segundos desde que se
señaló el inicio. Y si hablamos de la marca de los 7 segundos, sorprendentemente,
encontraremos muchos más ejemplos: hasta cuatro veces ha ocurrido en la era moderna
de la UFC. Encontrar un hueco para “colar” un golpe limpio puede hacer que la disputa
se solvente cuando el árbitro apenas se ha echado atrás para dejar espacio a los luchadores.

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