Cuerpo de la noticia
La condición de fenómeno musical entre la juventud, del padre Guilherme, sacerdote y Dj, mantiene una gran atracción del público aficionado a las sesiones electrónicas. Antes del concierto que ofrece en la Plaza del Pilar este viernes, un recital único, el Ayuntamiento de Zaragoza ha querido ofrecer al público un diálogo para conocer más de cerca su historia contada en primera persona, un evento que ha cerrado con un agradecimiento de la alcaldesa Natalia Chueca. Un grupo de asistentes jóvenes han lanzado diferentes preguntas, centradas especialmente en el plano artístico y en la relación entre modernidad y tradición.
Durante la clausura del acto,Natalia Chueca ha recordado que «nos gusta apostar por la música de calidad, por la cultura que suma, por experiencias que, como la de hoy, nos enseñan que el ocio y los valores católicos no están reñidos.El Padre Guilherme nos demuestra que, desde cualquier ámbito —ya sea un altar, un escenario o una mesa de mezclas— cada uno tiene algo que aportar a los demás. Que se puede ser sacerdote y DJ, militar y pacificador, referente espiritual y referente musical. Entenderéis por qué desde el Ayuntamiento de Zaragoza hemos apostado por comenzar las Fiestas del Pilar organizando esta sesión con el Padre Guilherme».
A través de cuestiones como el origen de su gusto por la música, sus primeros pasos en la música electrónica, su sesión ante 1,5 millones de personas en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa en el 2023, los mensajes que se integran en sus espectáculos, su participación en el Medusa Festival o el hecho de actuar en la Plaza del Pilar, ha ido desgranando historias que han descrito su punto de vista acerca de esta vía para acercar sus consejos a los jóvenes.
El vínculo del Padre Guilherme con la música surgió de manera natural en su juventud, cuando comenzó a animar encuentros comunitarios y parroquiales. Al principio se dedicó a ofrecer karaokes y pequeñas fiestas benéficas para recaudar fondos, lo que consiguió conectarlo con la gente a través del ritmo y la energía compartida. En esos primeros escenarios descubrió la fuerza de la música como herramienta de unión y celebración, un hallazgo que marcó su camino posterior.
Su curiosidad lo llevó a experimentar con distintos estilos, desde el rock hasta la electrónica, y a interesarse por el mundo del DJ de forma más seria. El entretenimiento comunitario evolucionó hacia una vocación artística que aprendió a compaginar con su labor sacerdotal. Así dio los primeros pasos en una trayectoria musical que, con autenticidad y constancia, le ha abierto las puertas de algunos de los escenarios más privilegiados del mundo.