El Club BM Estudiantes tiene una cita de altura este sábado (17:30 horas) en el IDM Fátima, donde se medirá al Deza CBM en un duelo con sabor a revancha y que ya se presenta como uno de los grandes choques de la temporada en la División de Honor Plata Femenina (Grupo D).

El Club BM Estudiantes tiene una cita de altura este sábado (17:30 horas) en el IDM Fátima, donde se medirá al Deza CBM en un duelo con sabor a revancha y que ya se presenta como uno de los grandes choques de la temporada en la División de Honor Plata Femenina (Grupo D).


Las de Mohamed Larbi llegan lanzadas tras un arranque soñado en la competición. El pasado fin de semana, en el Pabellón Antonio Campoamor —escenario provisional mientras continúan las obras en La Libertad—, el Estudiantes arrasó a uno de los favoritos, el Agrinova Almería Activa Roquetas, recién descendido de la División de Honor Oro. Ruth, Lupe y Shorrok se erigieron en las grandes protagonistas ofensivas de un encuentro donde las ceutíes dejaron claras sus intenciones: el ascenso no es una ilusión, es el objetivo.

Enfrente estará un Deza CBM herido tras arrancar con derrota en la pista del Madrid Base Villaverde (25-24). Pese a ello, el bloque cordobés demostró la pasada campaña que en casa es un rival temible, y en el IDM Fátima ya sabe lo que es doblegar al Estudiantes, como ocurrió con el 24-21 de la última temporada. Sin embargo, el recuerdo aún fresco en las ceutíes es el del partidazo de La Libertad, donde se impusieron por 32-30 en un final de infarto.

El choque tiene todos los ingredientes de una batalla de alto voltaje: igualdad, ambición y cuentas pendientes. Y es que el Estudiantes aún no olvida cómo el Deza le cerró la puerta de los play-offs el curso pasado por la diferencia de gol average. Mañana, las de Larbi quieren ajustar cuentas y confirmar que este año la historia será distinta.