Madrid
Uno de los casos más mediáticos de los últimos años en Estados Unidos ya tiene sentencia. La Justicia norteamericana ha sentenciado al rapero Sean ‘Diddy’ Combs a más de cuatro años de prisión por delitos relacionados con la prostitución.
Hace casi dos años que el artista se enfrentó a una primera demanda de su exnovia, la cantante y actriz Cassie Ventura, quien lo acusaba de abuso sexual. La acusación despertó una oleada de reacciones y destapó lo que se ha terminado convirtiendo en uno de los casos más controvertidos de la cultura popular estadounidense.
A lo largo de estos años, Diddy se ha enfrentado a las demandas de más de 100 hombres y mujeres, que le han acusado de agresiones sexuales, acoso y violaciones. Unas demandas que no solo han puesto el foco en la figura del rapero, sino también en toda una red mediante la que Combs presuntamente obligaba a sus parejas a mantener relaciones sexuales con prostitutos.
Durante las conocidas como White Parties, fiestas «de blanco» celebradas en las mansiones del rapero, y Freak Offs, noches en hoteles de lujo, el artista repartía grandes cantidades de alcohol y drogas e invitaba a los asistentes a participar en actos sexuales, algunos de ellos presuntamente con menores.
Unas fiestas que supusieron un terremoto cultural, pero también el comienzo de un proceso judicial sobre el cantante que ha culminado este viernes. A la sentencia de ahora le precede en julio de este año la condena a Diddy con la que el jurado le absolvió de las acusaciones de tráfico sexual y conspiración por extorsión, dos de las más graves a las que se enfrentaba.
El rapero fue, por tanto, declarado culpable únicamente de dos cargos de transporte de personas con fines de prostitución por el que ahora se le ha sentenciado a más de cuatro años.
Lo que pedía la Fiscalía
Diddy ha llegado este viernes a la corte donde escucharía su sentencia y en la que ha estado acompañado de su madre y sus hijas, que han llegado al edificio por separado.
El rapero, que según han indicado medios como The Guardian ha llevado un jersey de color claro y pantalones de vestir, había pedido a las autoridades no vestir la ropa que utiliza en la prisión provisional en la que permanece desde septiembre de 2024.
La Fiscalía había pedido para el rapero 11 años y tres meses de prisión con el argumento de que Combs había provocado en sus víctimas un «miedo» a posibles represalias. La defensa, por su parte, había solicitado una pena de 14 meses que llevó a la sentencia a depender de cómo el juez valorase las pruebas presentadas.
Una carta de disculpa a las víctimas
Pero la polémica en torno a Diddy en las últimas horas no se ha resumido únicamente en la sentencia. Antes de que comenzase la vista, el rapero había difundido una carta desde la prisión en la que permanece en la que aseguraba que la cárcel le había «renacido».
El artista entregó la carta al juez Arun Subramanian, quien lleva el caso, con la esperanza de «ser puesto en libertad» para poder reunirse con su madre y sus hijos. «El antiguo yo ha muerto en prisión y una nueva versión de mí ha renacido. La prisión te cambia o te mata. Yo he elegido vivir», ha comenzado en su escrito.
«Perdí mi camino. Perdí mi carrera. Me perdí en las drogas y los excesos. Mi caída estaba guiada por mi egoísmo», ha reconocido el rapero, quien ha asegurado, además, que ya no le importa «ni el dinero ni la fama».
La carta ha sido ampliamente criticada por las presuntas víctimas del cantante, quienes han acusado a Diddy de querer adjudicarse el papel de afectado. De hecho, una de las testigos que tenía previsto comparecer en la vista de la sentencia finalmente decidió no hacerlo al considerar que la carta difundida por la defensa «trata de tirar abajo las voces de las víctimas».
La Fiscalía describió también la carta como «bullying» y el juez coincidió también con la defensa en que el tono utilizado por Diddy había sido «inapropiado».