El presentador Jordi González ha regresado a la televisión después de un tiempo alejado de los focos y después también del grave problema de salud por el que pasó a principios de año. El catalán se ha puesto al frente del programa Col·lapse, en TV3.

«Nueve mil veinticinco noches después, en mi idioma y en TV3, te digo: ‘Buenas noches'», decía el presentador el sábado pasado, cuando se estrenó como conductor de este formato, ya muy consolidado en la televisión regional. 

«Después de 40 años haciendo televisión y teniendo en cuenta que tengo más pasado que futuro y que tengo dinero, pensé: ‘Voy a dejar de trabajar y voy a vivir a lo loco lo que me queda de vida‘. Pero llegó esta propuesta y me flechó completamente el proyecto'», decía hace tiempo en una entrevista con El país. 

En cualquier caso Jordi González se siente como en casa en TV3, después de que no se sintiera cómodo en la televisión actual, algo sobre lo que habló anteriormente en Versió RAC1, donde criticó su última etapa en el reality de Telecinco Supervivientes. 

Hablando de que antaño los directores de programas con experiencia y trayectoria le daban instrucciones por el pinganillo, se quejó de la supuesta falta de experiencia de ahora. 

«Con el tiempo, las empresas redujeron los presupuestos. Las productoras tienen menos dinero, aquellos directores de categoría ya no están, empiezan a contratar a personas con menos experiencia y llega un día en que tienes becarios o gente que lleva solo seis meses en la televisión dirigiéndote«, criticaba sobre su experiencia en los debates del reality Supervivientes. 

«Llegó un punto en el que no podía más, me hacían cortar una prueba para ir a publicidad. Dejas a la gente sin saber qué pasará», se quejaba el presentador.