Las imágenes grabadas por una productora para Emergencias de la Generalitat revelan que el Centro de Coordinación (Cecopi) de la gestión de la trágica dana del 29 de octubre barajó casi arrancada su reunión de aquel día a las cinco de la tarde remitir una comunicación de alerta masiva a la población de zonas afectadas que, sin embargo, no llegó a producirse hasta las 20:11 horas de la noche. Las imágenes fueron descubiertas después de que apareciese un cámara vestido con un chaleco rojo en otras grabaciones efectuadas por la televisión autonómica À Punt que fueron difundidas por RTVE y posteriormente reclamadas por la jueza de Catarroja que instruye la causa contra la exconsellera de Justicia, Salomé Pradas, y el exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso.

La revelación de que una productora privada había grabado recursos audiovisuales para la Generalitat, pese a que el Consell del popular Carlos Mazón había asegurado a la magistrada que no había registro oficial de la reunión del Cecopi, llevó a la instructora a reclamar esos brutos, que llevan imagen y audio. Los archivos remitidos al juzgado, ordenados del 1 al 39, revelan que en los primeros momentos de la reunión del Cecopi (archivo 7), cuando se estaba debatiendo sobre la situación de Utiel-Requena, el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, plantea abiertamente ante Pradas y el resto de miembros del Cecopi que «de acuerdo a lo que decidamos, podemos mandar un mensaje a todos los móviles de esa zona», señaló en referencia al mecanismo ES-Alert. En Utiel se habían producido inundaciones ya antes de las dos de la tarde, cuando las imágenes de rescates y zonas anegadas por el desbordamiento del Magro comenzaron a inundar los telediarios.

El mensaje para Utiel-Requena, donde fallecieron varias personas, no llegó nunca a enviarse. Varios testigos han declarado que en la reunión de Cecopi se debatió largamente en diversos episodios sobre el contenido del mensaje y su alcance, pero Pradas, directora de la emergencia, según la normativa, no autorizó definitivamente el envío hasta pasadas las ocho de la tarde. A esa hora, el agua había bajado ya por el barranco del Poyo, cuenca distinta a la del Magro, hasta inundar las poblaciones de L’Horta Sud, causando el grueso de los fallecimientos. El balance total de víctimas es de 229 muertos. Desde el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, hasta el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, han explicado en sus testimonios que se extrañaron de que se tardase tanto en enviar un mensaje del que se venía debatiendo en el Cecopi casi desde el arranque de la reunión. «¡Mandad el mensaje de una puta vez!», confesó Mompó que llegó a expresar en el transcurso de las deliberaciones.

Foto: jueza-dana-exime-chj-duro-auto-generalitat

TE PUEDE INTERESAR

La jueza de la dana exime al presidente de la CHJ en un duro auto contra la gestión de la Generalitat

Víctor Romero. Valencia

Aunque en las imágenes facilitadas por la empresa no se hace referencia al barranco del Poyo, del que Suárez sí llega a manifestar en declaraciones a la televisión valenciana a las tres de la tarde que lo tienen vigilado, en uno de los cortes de vídeo (imagen 9) se aprecia, cuando ya estaba en marcha la reunión del Cecopi pasadas las cinco de la tarde, cómo el subdirector de Emergencias advierte que entre sus previsiones está que en «zonas de la Albufera» habrá «intensidades muy altas otra vez». Esta zona se ubica ya en el tramo final de las cuencas. «Y además tenemos un desembalse previsto», explica este alto funcionario en el mismo corte, que puede referirse a los problemas que se estaban produciendo en la presa de Forata.

En el corte 22, Salomé Pradas vuelve a referirse a esta comunicación, al señalar: «Nivel dos según la Confederación (Hidrográfica del Júcar). Vamos a proceder a una comunicación a las poblaciones o posibles poblaciones afectadas por la emergencia», señala sobre una situación que se produjo a las 18:05 horas por el riesgo de desbordamiento de Forata. Esa comunicación tampoco llegó a ejecutarse. Aguas abajo del embalse murieron una decena de personas, en la comarca de La Ribera. Tampoco allí se mandó a tiempo el Es-Alert. La decisión final fue enviar un mensaje a los móviles de toda la provincia de Valencia recomendando que se evitasen los desplazamientos.

El Es-Alert apareció en las pantallas de los smarthpones a las 20:11 horas. A las 20:28, según la imagen que la Generalitat distribuyó a algunos medios de comunicación, llegó el president Carlos Mazón al centro de coordinación de L’Eliana, tras haber pasado gran parte de la tarde en la comida de El Ventorro con Maribel Vilaplana. Esa cita se extendió desde las tres hasta pasadas las seis y media de la tarde, según la comunicadora.

Mazón «mandaba»

En otro de los cortes remitidos por la productora, el número 32, se observa a Mazón ya en el Cecopi junto con Salomé Pradas y técnicos de Emergencias. «He visto la solicitud de la UME. Antes de enviar el siguiente mensaje lo quiero ver», afirma imperativa Pradas en esa grabación con Mazón a su lado.

Aunque Pradas declaró ante la jueza que apenas tenía conocimientos en emergencias y se dejó llevar por los técnicos aquella jornada, un técnico forestal del Consorcio de Bomberos declaró este viernes, en línea con otros testimonios, que la exconsellera, primero, y Mazón después cuando llegó, «mandaban» en la emergencia. El testigo ha reiterado que a las 17.45 horas ya se planteaba remitir el mensaje de alerta a la población. Y que entre las 18 y las 19 horas se produjo una desconexión de la reunión para redactar el mensaje, pero que no sabe por qué no se hizo y se retrasó tanto el envío.

La jueza Nuria Ruiz ha rechazado en un nuevo auto trasladado a las partes archivar la causa como reclamaba Pradas. «Los indicios iniciales que justificaron la atribución de la condición de investigada, y que fue confirmada por la Audiencia Provincial de Valencia, calificando la atribución de dicha condición como procesalmente inevitable, se mantienen actualmente», señala en otro duro escrito. «Esa ilusoria incapacidad de decisión de la consellera encargada de la emergencia, en la peor inundación desde la riada del 57, bajo la que se parapetó la defensa, (se defendió incluso en el lanzamiento del sistema Es-Alert, instrumento que se afirmó desconocido por la investigada, sometido a toda clase de requisitos o trabas para su remisión, dependiente de los técnicos), se ha mostrado absolutamente incierta», escribe la magistrada, que descarta que se produjera ningún «apagón informativo» por parte de la Confederación del Júcar, opinión compartida por la Audiencia Provincial de Valencia en sus autos.

Negligencia con resultado mortal

El auto insiste en posicionamientos anteriores: «La declaración del presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, no puede en ningún caso exonerar de responsabilidad a la investigada, dado que es tanto como ignorar la normativa aplicable, las circunstancias previas de avisos de la AEMET, y la misma actuación que se llevó a cabo en el propio Cecopi por la investigada Salomé Pradas, quien, como efectivamente se ha demostrado durante la instrucción, tenía control, no solo de manera general en la toma de decisiones, sino de manera específica en el envío de la alerta; alerta que, como se ha expresado en previas resoluciones, inexplicablemente se envió con un retraso que, dada la posición de garante que ocuparía, llevaría a la atribución a la investigada de dicha negligencia con resultado mortal».

En otro pasaje de la resolución, la jueza, escribe: «La testigo Pilar Bernabé, delegada del Gobierno, declaró que antes de las 19:00 horas del día 29 de octubre, recibió una llamada de la alcaldesa de Paiporta, alertándole de que en dicha localidad se ahogaban, y que inmediatamente llamó a la consellera señora Pradas comunicándoselo, y que ello dio lugar a que se volvieran a conectar quienes estaban presencialmente en el Cecopi. A las 19:00 horas, por tanto, se conocía por la consellera la situación de Paiporta, que se estaba inundando dicha localidad por el desbordamiento del barranco del Poyo». Todavía tardó más de una hora en ordenar la alerta masiva. Justo unos minutos antes de que Mazón apareciese por la puerta del Centro de L’Eliana.