La organización cifra en 300.000 los participantes a la manifestación de Barcelona

La manifestación propalestina ha durado tres horas de recorrido por el centro de la capital catalana. La Guardia Urbana subió su cálculo oficial de participación de 50.000 a 70.000 por la alta aglomeración de personas que llegaron a última hora, procedentes de columnas de diferentes barrios. Mientras, la organización cifra en 300.000 los participantes. La marcha no había recorrido los 1,2 metros entre Jardinets de Gràcia y plaza de Catalunya y aún quedaba gente esperando para poder comenzar a marchar. 

Ha sido una manifestación tranversal: transgeneracional (familias con niños en cochecitos, grupos de jóvenes, abuelos), transcultural (la comunidad árabe se ha hecho sentir especialmente), transocial (va muchísimo allá del tópico pijo progre con que cierta derecha ridiculiza a los simpatizantes de la causa palestina) y que ha logrado juntar también a otras reivindicaciones sociales, desde la lucha por la vivienda hasta la independentista. Varias banderas esteladas también se ha visto ondear. 

Ha transcurrido pacíficamente, salvo algunos actos vandálicos contra la fachada de un Zara y las vitrinas del Starbucks. Allí justamente se han encontrado las dos caras de la reivindicación: han sido los propios manifestantes los que han impedido que la acción de un grupo de jóvenes encapuchados fuera a más. El principal llamamiento de la manifestación ha sido al boicot a Israel, tanto en lo comercial como en lo político. La foto del día tiene cierta reminiscencia al ardor propio de las primeras grandes manifestaciones de la Diada y su reflejo de un auténtico malestar ciudadano.