El novillero sin picadores Esteban Gordillo afronta este domingo el último festejo de su temporada, y quién sabe si el último o uno de los últimos en el presente escalafón.
El toledano volverá a Portillo tras su triunfo el pasado 25 de septiembre, donde salió por la puerta grande, y lo hará por la vía de la sustitución, ante la ausencia de Jaime Padilla.
Gordillo, en declaraciones a La Tribuna, describe la 2025 como «bastante bonita en cuanto a lo personal y sobre todo en cuanto al crecimiento». Una temporada que empezó en La Puebla de Montalbán y que ha tenido tardes importantes como Villaseca de la Sagra, donde salió en hombros en su primera comparecencia clasificándose para la final donde a pesar de no alzarse como triunfador, «fue una tarde importante en la que me entregue y en la que tuvo una buena repercusión», afirma el espada.
El Certamen Domingo Ortega, Promesas de Nuestra Tierra o el Certamen del Sureste, en la cita de Persles de Tajuña, son algunos de los concursos en los que Gordillo ha participado, siendo precisamente en este último, donde recibió su bautismo de sangre, algo que lejos de amilanar su voluntad, «me ha ayudado a aprender mucho, a darle muchas vueltas. Más vueltas de tuerca, no sólo al toreo, sino a la madurez que se requiere».
Una temporada cargada de triunfos donde además ha partido plaza en «sitios también muy bonitos como Algemesí como Pedro Bernardo, dos plazas con con mucho encanto».
El balance que hace de la temporada 2025 es positivo, algo que le ha servido «para coger ese rodaje, para familiarizarme más con el novillo más fuerte, y la verdad que doy gracias a Dios porque ha sido ha sido muy beneficioso todo».
Respecto a la cita de este domingo, Gordillo se muestra «inmensamente feliz», por volver a un pueblo que «no solo donde pude triunfar, sino que me espera otra en la que la que lo pueda hacer y sobre todo estar feliz».
Una felicidad derivada de «saber que estoy preparado para matar ese tipo de novilladas, es decir que estoy preparado para para para escalafón siguiente», algo que, sin duda, será más pronto que tarde.