En la jerga de la tauromaquia sería algo así como un cambio de tercio. Pero en el lenguaje de la calle es algo más, porque el pintor José Callado, sin dejar los pinceles, con los que acumula una amplia hoja de servicios a las artes, se ha lanzado a la lírica. Porque este año ha publicado Versos de tabaco y oro, un libro en el que, junto a dibujos a plumilla de diversos coletudos y variadas suertes, da a conocer el alma poética que también lleva con temas mayoritariamente relacionados con la tauromaquia, vocación que  abandonó tras su breve paso como alumno de la Escuela Taurina de Albacete. Una obra que pudo verse en el hotel Los Llanos durante la pasada Feria, y que «ahora va a tomar la alternativa en Madrid», cual comenta con sentido del humor. Será en la mañana del sábado día 15 de noviembre dentro de la programación con destacados paisanos de la Asociación Cultural Albacete en Madrid.

Será su debut en las lides poéticas, pero no en las de la pintura, ya que ya ha expuesto con éxito de corte de orejas virtuales en importantes galerías de la capital de España como Gaudí, Montesqui e incluso en el Instituto Ferial de Madrid (Ifema). Y siguiendo con el habla taurina añade que si en cualquier muestra ante cualquier público hay que asumir una responsabilidad, «en esta ocasión en mayor grado por el compromiso hacerlo ante paisanos de la diáspora madrileña». 

Aunque también estima que, a la par, le ilusiona enormemente porque tendrá la responsabilidad de ver y reencontrarse con muchos amigos y amigas. No obstante, es consciente de lo que, como para los toreros es la plaza monumental de Las Ventas, siempre significa Madrid para cualquier expresión artística. «Madrid es importante pues quien no está en Madrid no aparece en el mapa. Aunque por tamaño a veces se diluye las noticias. Madrid siempre será Madrid».

El libro consta de un total de  33 imágenes y sus correspondientes 33 versos, que hablan del paralelismo entre la vida y la tauromaquia, de lo que sucede en el ruedo. Y confiesa que tenía la necesidad de mostrar este trabajo, que en conjunto son dibujos que ha ido realizando a  lo largo de cerca de tres décadas y media. «Se hizo una selección de entre cerca de un centenar de trabajos de los que seleccioné los que finalmente se publican y era una ocasión para no hacer un catálogo al uso. Por eso decidí hacer mi primera obra literaria ilustrada».

Es consciente de disponer de una pequeña ventaja sobre la mayoría de pintores y escritores que intentan plasmar en sus obras asuntos de la tauromaquia, sobre todo por su estancia en la Escuela Taurina, pero también porque, como es lógico, es un gran aficionado y sigue sus avatares, que, por cierto, son ahora muy difíciles por los ataques que sufre. Lo que, con optimismo, no parece preocuparle. «A lo largo de la historia la tauromaquia ha sufrido varias censuras. Desde la Iglesia a la realeza han intentado abolirla por diferentes intereses. Lo que pasa hoy en día no es nada nuevo. Lo peor es que se utilice como arma política, aunque creo que no van a poder con ella».

Y profundizando en el tema, tras sacar su orgullo generalizado por las cuidadas tradiciones de la tierra «y la excepcional calidad humana de sus -nuestras- gentes», de lo que tanto ha presumido por todas partes, entra al trapo de la tauromaquia. Porque la feria taurina de Albacete, amén de ser muy importante en el panorama nacional, sigue teniendo un fuerte arraigo en la tierra, como demuestran las buenas entradas habituales, y también este año, a la plaza. «De momento, no nos afectan los problemas que sí se sufren en otros lugares. Y es para estar muy orgullosos». 

En cuanto a sus preferencias de ganaderías y coletudos que son sus favoritos, parece muy lógico que un artista como él se incline por espadas también pertenecientes a los considerados tales. Como el en tal sentido indiscutible Morante de la Puebla -del que lamenta su ausencia, por lesión, del reciente abono albacetense en un festejo al que tenía previsto asistir-,  quien junto al mítico y desaparecido aunque no retirado oficialmente José Tomás «marcará un ciclo en la tauromaquia», cual sostiene, y sin olvidar a otro veterano como José Ignacio Uceda Leal.  

Sin embargo, José Callado no se define en esa a veces ficticia división entre aficionados toreros y toreristas, pues afirma que en general no puede existir una buena faena sin la simbiosis de toro y torero. «Los dos son importantes y más cuando me inclino por el toreo de arte. Con eso es fácil darse una idea de los toreros que me gustan, como acabo de expresar», lo que no le impide pronunciarse en el aspecto ganadero de que «indudablemente en estos momentos la divisa de Daniel Ruiz atraviesa una gran época».

Esas loas al ganadero local y a la importancia de la tierra en el panorama de la tauromaquia española no le impiden, ya en el campo de otras artes, una crítica. Pues con el irrebatible dato de que  Albacete es una ciudad con un gran índice de población y la más grande Castilla-La Mancha, no entiende que exista un miedo profundo por parte de las autoridades a comprometerse demasiado con los artistas. «Parece -asegura- que todo gira en torno a la feria y durante el resto del año se van tapando huecos, a veces sin repercusión».

Quizás es que, cual reconoce al cuestionarle sobre otra de las posiblemente ficticias divisiones -en este caso literarias y de carácter-, la de considerarse más cercano al Ingenioso Hidalgo o a su escudero Sancho Panza, se incline por Don Quijote, por «perseguir siempre los sueños». Lo que le ha llevado a la crítica a los responsables políticos antecitada, que, eso sí, se toma con algo propio como nuestro típico humor, del que dice ejercer en su día a día, porque confiesa le salva todos los días: «Me río hasta de mi sombra». 

Ahora, tras preparar el acto que confía sea «serio, respetuoso y divertido» de la puesta de largo de Versos de tabaco y oro en Madrid, en el que le acompañará en el escenario su amigo el multidisciplinar artista escénico Miguel Ángel Gallardo, su dedicación será continuar pintando. Esperando cerrar otras fechas de presentación del libro en nuestro país, en algunos europeos e incluso en México, donde la prensa ya se ha hecho positivo eco de su aparición.