En los últimos días, diferentes fotografías de ciervos con grandes protuberancias en el cuerpo circularon con fuerza en redes sociales. Los usuarios compartieron las imágenes con mensajes alarmistas que apuntaban a supuestas enfermedades peligrosas para la salud pública. Sin embargo, especialistas han salido al paso para aclarar que lo que muestran esas escenas son fibromas cutáneos, una condición recurrente en la fauna silvestre del país.
Aunque las instantáneas fueron interpretadas con dramatismo, la ciencia ofrece una respuesta clara y tranquilizadora: se trata de tumores benignos provocados por un papilomavirus específico de los ciervos. No hay evidencia de que representen amenaza alguna para las personas, el ganado o las mascotas, como confirmaron instituciones estatales de vida silvestre en Estados Unidos.
@ X / Ohio Div of Wildlife
Una alarma amplificada en redes sociales
El fenómeno comenzó en Estados Unidos con la difusión de imágenes en plataformas como Facebook y X, donde los animales aparecían cubiertos de bultos descritos como «verrugas monstruosas» o «burbujas de carne». Los casos reportados se localizaron principalmente en estados del noreste y del medio oeste como Nueva York, Pensilvania y Wisconsin, aunque la enfermedad se extiende a todo el país.
Las autoridades sanitarias de fauna recordaron que la aparición de fibromas en ciervos no es un hecho nuevo. De hecho, registros de esta enfermedad existen desde la década de 1950. La veterinaria de vida silvestre Kristin Mansfield explicó que «la transmisión del virus ocurre sobre todo a través de mosquitos y garrapatas en los meses cálidos, aunque también puede propagarse por el contacto entre ejemplares en áreas de alimentación o descanso».
En la temporada de apareamiento, los machos contribuyen involuntariamente a la diseminación: al frotar sus astas contra los árboles, pueden dejar rastros del virus en el entorno. Aun así, la gran mayoría de los animales desarrolla defensas y elimina los tumores en cuestión de meses.
@elespanolcom 🛑En los últimos días se han difundido nuevas imágenes de ciervos estadounidenses con extrañas protuberancias en la piel, una señal de la enfermedad conocida como fibroma cutáneo. Esta afección, provocada por un papillomavirus, produce bultos oscuros y rugosos principalmente en la cara, el cuello y alrededor de los ojos. Aunque pueden parecer alarmantes, la mayoría de los animales afectados sigue llevando una vida normal, y los fibromas rara vez ponen en peligro su salud o la de la población. Las protuberancias, similares a las que recientemente se han detectado en conejos y ardillas, no son transmisibles a humanos, mascotas ni otros animales domésticos. El virus es exclusivo de cada especie y no supone riesgos fuera del entorno natural. Solo en los casos graves, cuando los bultos impiden comer, mover o ver con normalidad, puede recomendarse asistencia veterinaria. 👀Los expertos aconsejan dejar a los ciervos afectados en libertad y evitar intervenir, a menos que el animal sufra complicaciones evidentes. Los cazadores que encuentren ciervos con fibromas pueden tratar la carne como lo harían con cualquier otro ejemplar sano, ya que la enfermedad sólo afecta la superficie de la piel. #animales #veterinarios #virus #ardillas #conejos ♬ sonido original – EL ESPAÑOL 🦁
Síntomas y evolución de la enfermedad
Los fibromas se presentan como masas de tamaños variables, desde el volumen de un guisante hasta el de un balón de fútbol, sin pelo y de aspecto carnoso, gris o negruzco. El Departamento de Recursos Naturales de Wisconsin señaló que la localización puede darse en cualquier parte del cuerpo. Aunque en casos aislados los tumores interfieren en la visión, el movimiento o la alimentación, lo habitual es que los ciervos no sufran consecuencias graves.
El propio organismo detalló que, con el tiempo, muchos de estos tumores se desprenden de forma natural cuando dejan de recibir suministro sanguíneo. Solo en circunstancias poco frecuentes, cuando las lesiones se infectan con bacterias o alcanzan un tamaño exagerado, los animales pueden presentar complicaciones serias.
© Facebook
Riesgos para humanos y el papel del cambio climático
Uno de los puntos que más preocupó a la población fue la posibilidad de un contagio a personas o a otras especies. Sin embargo, los expertos fueron categóricos: el papilomavirus que causa los fibromas es específico de los ciervos y no puede transmitirse a humanos, mascotas ni ganado. Tanto el Departamento de Conservación Ambiental de Nueva York como el de Pesca y Vida Silvestre de Maine ratificaron que el contacto con animales infectados o el consumo de su carne no implica riesgos, siempre que se respeten las prácticas habituales de manipulación y cocción.
La Universidad Estatal de Mississippi destacó, además, que los fibromas se desarrollan en la piel y no afectan al tejido muscular, por lo que la carne de los animales puede consumirse sin problemas.
No obstante, el cambio climático está teniendo un papel creciente en la expansión de estas enfermedades. El doctor Omer Awan, de la Universidad de Maryland, advirtió que el aumento de las temperaturas prolonga la vida de mosquitos y garrapatas, vectores del virus, y abre la puerta a que patologías como la de Lyme se extiendan a regiones que antes estaban libres de ellas.
Una percepción pública distorsionada
La historia científica demuestra que los fibromas en ciervos son tan antiguos como conocidos, pero la viralización en redes sociales cambió la percepción social del fenómeno. El poder de las imágenes amplificó la alarma y generó la sensación de que se trata de una crisis inédita, cuando en realidad la prevalencia de la enfermedad no ha aumentado respecto a otros años.
La inquietud popular, multiplicada por internet, ha hecho que más ciudadanos sean conscientes de la existencia de los fibromas. Una mayor atención sobre la fauna silvestre puede ser positiva si contribuye a difundir información veraz y a reforzar la vigilancia ambiental, pero también puede desatar miedos infundados cuando la ciencia ya ha explicado de forma clara y rotunda qué ocurre.
