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A principios de octubre de 2010, llegó una red social que lo cambiaría todo: Instagram. Aunque en su primer día “solo” atrajo a 25 mil personas, solamente necesitó tres meses (un poco menos) para contar con una base de un millón de usuarios. Supuso un gran hito, ya que durante los dos primeros años de vida de la aplicación solo estuvo disponible para smartphones iPhone.
Por aquel entonces, era habitual que las novedades llegaran primero a los teléfonos móviles inteligentes de la manzana mordida, y que las versiones para Android se lanzasen más tarde. En el caso de Instagram, fue en abril de 2012.
En ese mismo año, apenas 18 meses después de su aparición, Facebook adquirió Instagram. La compañía de Mark Zuckerberg, que todavía tardaría bastante tiempo en rebautizarse como Meta, vio el potencial de la red social y no dudó en incorporarla a su cartera: le costó “arrebatársela” a sus dueños mil millones de dólares en efectivo y acciones. A partir de ahí, la popularidad del servicio especializado en la compartición de fotografías con filtros vintage se disparó, alcanzando los más de 100 millones de usuarios en el mismo 2012.

Instagram lleva 15 años con nosotros. Hace mucho que dejó de ser esa red social casual con filtros vintage. La fotografía ha pasado a un segundo plano para centrarse en los Reels, el comercio electrónico y la inteligencia artificial a través de herramientas que buscan “mejorar” la experiencia de usuario. Incluso integra funciones de mensajería instantánea y llamadas de audio y vídeo. Instagram es la gallina de huevos de oro de Meta y, curiosamente, la compañía no apostaba lo suficiente por ella a nivel de recursos. Lo ha dicho el fundador de la red social.
“Fuimos, por mucho, el equipo que más rápido creció”
Instagram es la tercera red social del mundo por número de usuarios, solo por detrás de Facebook y WhatsApp, respectivamente
Kevin Systrom es un programado estadounidense reconvertido en empresario conocido por ser el cofundador de Instagram junto a Mike Krieger. Tras graduarse en Stanford, comenzó a trabajar con Google, pero la frustración de no avanzar en la compañía lo llevó a unirse a Nexstop, donde hizo el prototipo de Burbn. Este servicio de geolocalización y registro permitía a los usuarios compartir fotos y planes de actividades. Estando de vacaciones en México con su novia, se le ocurrió la idea de utilizar filtros para “enmascarar” la “pobre” calidad de las fotografías que esta tomaba con su iPhone 4 y que se negaba a publicar por ello.
Esta iniciativa lo llevó a abandonar su trabajo para averiguar si Burb podía convertirse en una empresa. De la mano de Mike Krieger, convirtieron dicho producto tan complicado por estar lleno de características en uno más sencillo, centrado en compartir fotografías. Así nació Instagram. Se dice que Systrom ganó 400 millones de dólares con el acuerdo de venta de Instagram a Facebook, el cual aceptó porque Zuckerberg y compañía se comprometieron “con la creación y crecimiento de Instagram de forma independiente”.
Sin embargo, hace unos meses, Kevin Systrom testificó contra Meta en un caso en el que la Comisión Federal de Comercio cree que la compañía de redes sociales adquirió tanto Instagram (2012) como WhatsApp (2014) para eliminar a la competencia, pues su influencia podría haber restado poder a Facebook y poner en peligro su posición de liderazgo. Systrom señaló la compra de Instagram como una operación de “comprar o enterrar”, logrando así un panorama sin rivales.
Mark no invertía en Instagram porque creía que éramos una amenaza para su crecimiento
Esta declaración de Systrom está sustentada en el hecho de que Instagram llegó a alcanzar los mil millones de usuarios (el 40 % del tamaño de Facebook, aproximadamente) con tan solo mil empleados, frente a los 35 mil trabajadores que tiene la red social ideada por Zuckerberg en los primeros años de la década de los 2000. Esa falta de inversión fue el desencadenante de la salida de Systrom de Instagram en 2018.
“Como fundador de Facebook, sentía muchas dudas sobre cuál era mejor, si Instagram o Facebook. Y creo que allí se reflejaban profundas emociones humanas”, relató Systrom como conclusión a la actitud de Mark Zuckerberg con Instagram. A ojos del creador de Instagram, el multimillonario no tenía ninguna razón para no seguir apostando por la plataforma. “Fuimos, por mucho, el equipo que más rápido creció. Generamos la mayor cantidad de ingresos y, en comparación con lo que deberíamos haber sido en ese momento, sentí que deberíamos haber sido mucho más grandes”.
El proceso judicial de la FTC contra Meta por supuesto monopolio ilegal en redes sociales continúa abierto al momento de escribir estas líneas. Por su parte, la Comisión Europea también ha investigado a la compañía por su dominio en el mercado publicitario digital y el uso de datos combinados entre Facebook, Instagram y WhatsApp. En otros países, como India y Brasil, también hay investigaciones en curso por las prácticas de Meta, sobre todo relacionadas con la integración de WhatsApp en Facebook e Instagram.
Meta, en su defensa, afirma que no tiene un monopolio ilegal de redes sociales, ya que asegura haber en el mercado mucha competencia: TikTok, Snapchat, YouTube, Telegram ,etc. Sostiene, además, que las adquisiciones han beneficiado principalmente a los usuarios, al mejorar los servicios de manera gratuita para ellos. Si los reguladores de Estados Unidos y Europa fallan contra Meta, podrían obligar a la empresa a separar Instagram de WhatsApp.