Juanma Moreno se ha puesto al mando de la crisis provocada por los retrasos injustificados del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la citación de pacientes del cribado de cáncer cuyas mamografías habían arrojado resultados sospechosos. Desde el primer día, tan pronto —o … más bien «tarde»— como tuvo conocimiento del problema, el propio presidente de la Junta de Andalucía tomó la iniciativa política de arreglar el desaguisado y pedir disculpas por los «errores» cometidos.

Lo hizo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno celebrado el pasado miércoles, cuando aún resonaban las explicaciones ofrecidas a la periodista Angels Barceló en la Cadena Ser por la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández, que lejos de apagar el incendio desatado con los testimonios de algunas afectadas, sus palabras lo atizaron aún más. La Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama), que había canalizado las denuncias y previamente se había reunido con cargos del PSOE, se quejó de que la consejera había minimizado los fallos.

En vista del resultado, tras contactar con la consejera para que le explicara qué ha sucedido, el presidente andaluz se hizo cargo personalmente de esta crisis en la gestión sanitaria para defender que el sistema funciona y anunciar un plan de choque para evitar que vuelva a ocurrir. No reaccionó antes porque ignoraba el problema. Nadie se lo había contado. «Es verdad que personalmente yo he tenido información de esto muy, muy tarde, porque los sistemas de información han fallado y no ha llegado, pero en el momento que hemos tenido conciencia del problema nos hemos puesto manos a la obra», ha reconocido este lunes a los periodistas durante la inauguración de un centro de salud de Piedras Redondas, en la capital almeriense.

Ausente en la inauguración de un consultorio

¿Era un reproche velado a la consejera? Si no lo fue, lo pareció bastante, pero ella no estaba allí para escucharlo. La agenda oficial de Rocío Hernández no recogía ningún acto este lunes, a pesar de que lo habitual es que el responsable autonómico acompañe al presidente en proyectos que son de su competencia, máxime cuando se trata de abrir un consultorio cuya primera piedra se puso en 2011, con María Jesús Montero como consejera de Sanidad. Desde la Consejería no justificaron el motivo de la ausencia de la máxima responsable de Salud cuando le ha preguntado ABC. En la misma jornada, la número dos de Salud, la viceconsejera María Luisa del Moral, en cambio, inauguró la IV Jornada Regional de Cuidados de Andalucía en Sevilla.

Tras la referida entrevista, Rocío Hernández solo tuvo una fugaz aparición en las redes sociales de la Consejería de Salud al día siguiente, jueves 2 de octubre. En un vídeo de dos minutos de duración, la consejera dio cuenta de la reunión que había mantenido con Amama. Confirmó que las mujeres que pudieran estar afectadas por los fallos en la información, unas 2.000, serían llamadas una a una en los próximos meses.

Cuestionada por la oposición

La consejera tan solo lleva 14 meses en el cargo. El propio Juanma Moreno ha descartado que vaya a relevarla, menos ahora que han pedido su cabeza el PSOE y otros partidos de izquierdas, que llevan tiempo martilleando a discreción al Gobierno andaluz a cuenta del «deterioro» y la supuesta «privatización» de la sanidad pública. Los fallos en el cribado son una presa que no van a soltar a menos de un año de las elecciones autonómicas en 2026. Pero todo depende del recorrido que tenga esta crisis. Político y también penal porque la Fiscalía Superior de Andalucía investiga la denuncia presentada por el Defensor del Paciente.

Moreno ha asumido que las grietas abiertas en el sistema de cribado de cáncer, tras haber ampliado las revisiones a medio millón de mujeres, requieren un patrón unificado de mando. En esa fase está ahora: «solventar el problema y solventar el problema es llamar a las mujeres, hacerles las pruebas pertinentes», explicó.

«La segunda [fase], dentro de esa auditoría, será conseguir [conocer] dónde está el problema, o sea, saber exactamente cuál ha sido el origen del problema para que no vuelva a suceder y por tanto corrijamos esos errores y también ver quién ha sido los responsables causantes de ese problema para cuando llegue su momento: depurar las responsabilidades que sean necesarias».

La propia consejera andaluza de Salud ha dicho que no va a dimitir porque «sería una falta de responsabilidad por mi parte y sería lo fácil». Cuando ella se hizo con los mandos de la consejería más sensible, se encontró con un problema heredado en la etapa anterior. Desde que se estableció el sistema de detección precoz hace más de veinte años, cada hospital actuaba de forma autónoma, lo que derivó en que algunos citaran rápidamente a las mujeres tras una mamografía sospechosa, mientras otros tardaban meses o incluso años. De aquellos polvos vienen estos lodos.