Era un secreto a voces pero faltaba la confirmación oficial de Roma. El Papa viajará a Turquía y al Líbano del 27 de noviembre al 2 de diciembre. En línea con el tono de su Pontificado, su primer viaje internacional será para tender … una mano a los cristianos ortodoxos, pero también para mostrar cercanía a la población de Oriente Medio, inmersa en una crisis de la que no se ve salida.
«Acogiendo la invitación del Jefe del Estado y de las Autoridades Eclesiásticas del país, el Santo Padre León XIV realizará un Viaje Apostólico a Turquía del 27 al 30 de noviembre, peregrinando a İznik con ocasión del 1700 aniversario del Primer Concilio de Nicea», recita la declaración del director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. «Posteriormente, respondiendo a la invitación del Jefe del Estado y de las Autoridades eclesiásticas del Líbano, el Santo Padre realizará un Viaje Apostólico a este país del 30 de noviembre al 2 de diciembre».
La etapa en el país de los cedros es extremamente delicada delicada. El viaje papal al Líbano se ha convocado a pesar de que Israel continúa bombardeando algunas zonas del país para atacar a Hezbolá. Es poco probable que León XIV salga de Beirut, pero no se descartan sorpresas en la agenda final. Líbano es el único país de la región en el que hay una presencia significativa de cristianos, aunque muchos de ellos están huyendo en busca de la estabilidad.
Tras la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020, que costó la vida a 218 personas y provocó más de 7.000 heridos, el Papa Francisco aseguró visitaría el Líbano en cuanto hubiera estabilidad política, pero nunca llegó a cumplir su proyecto. La estabilidad no se ha cumplido, pero León XIV está convencido de que la visita es improrrogable. Ya otros papas han viajado en el pasado a este país. Pablo VI estuvo en Líbano en 1964, durante una larga escala en Beirut aprovechando su viaje a la India. Juan Pablo II sólo pudo ir una vez, en 1997, limitándose a Beirut. El último viaje de Benedicto XVI, en septiembre de 2012, fue al Líbano, adonde estuvo dos días y medio para firmar una exhortación post sinodal sobre Oriente Medio.
Un compromiso adquirido por Francisco
También el viaje a Turquía está ligado a compromisos del Papa Francisco. Éste prometió hace años al principal líder ortodoxo, Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, que en 2025 viajarían juntos a Nicea para conmemorar los 1700 años del concilio en el que se compuso el credo que aún rezan los cristianos a pesar de las divisiones. «Si yo ya no estuviera, irá mi sucesor», aseguró al Patriarca. León XIV ha recogido el guante y cumplirá la promesa de su predecesor. Ha querido expresamente que su primera salida oficial de Roma sea para impulsar la unidad entre los cristianos.
Aunque el Vaticano no ha adelantado el programa del viaje, se sabe que incluirá etapas en Ankara, Estambul y en las ruinas de la antigua Nicea, la actual Íznik. En Ankara, León XIV mantendrá los encuentros políticos e institucionales, mientras que en Estambul participará en las conmemoraciones del patrón del Patriarcado ecuménico con motivo de la fiesta de San Andrés. El Vaticano no ha dado detalles sobre la ceremonia en Nicea, a la que probablemente invitará a líderes cristianos de varias confesiones.
El primer Pontífice de la época moderna que viajó a Turquía fue Pablo VI, que estuvo allí en julio de 1967, y visitó Estambul, Éfeso y Esmirna. Juan Pablo II también viajó a la antigua Constantinopla trece meses después de ser elegido Pontífice, en noviembre de 1979, para asistir a la fiesta del patrón del Patriarcado Ecuménico, el apóstol san Andrés, que se celebra cada año el 30 de octubre. Estuvo también en Esmirna, Éfeso y Ankara.
El viaje de Benedicto XVI a Turquía fue el más convulso, pues se produjo en 2006, dos meses y medio después de su conferencia en la Universidad de Ratisbona, en la que citó unas palabras muy ofensivas para el Islam pronunciadas por un emperador bizantino. Algunos presionaron para que la visita fuera anulada y el entonces primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan amagó con no reunirse con el Papa. Al final, los organizadores del viaje incluyeron una cordial visita a la mezquita azul de Estambul, durante la que Benedicto se detuvo respetuosamente a rezar al lado del muftí. El Papa Francisco hizo en 2014, un año después de su elección, un recorrido más breve y se limitó a visitar Ankara y Estambul, sobre todo para reunirse con el patriarca ortodoxo y con un grupo de refugiados atendidos por los salesianos.