Rosalía eleva su creatividad en París con un look alado y, cómo no, puramente minimalista
Nuestra querida Rosalía ya no pisa con sus botas gigantescas de Rick Owens, sus conjuntos moteros y mucho menos sus larguísimas uñas fuertemente decoradas. Hace ya tiempo que dejó atrás esos elementos para adentrarse en una nueva etapa mucho más sobria, basada en el contraste armonioso entre el blanco y el negro, que transmite austeridad, pero también fuerza. Y aunque, en sus propias palabras, Motomami también fue “minimalista a su manera”, la verdad es que la artista ha sabido evolucionar su estilo hacia una simplicidad que le sale casi de manera natural.
Aparte de este binomio cromático y del aspecto monacal de sus últimos looks, también ha ido incorporando otros emblemas de carácter religioso a su imaginario. Primero fueron las cruces y rosarios, que cuelgan estos días de su cuello y de sus uñas; y ahora estos comparten rol con las plumas, las cuales han coronado a modo de tocado (de Matières Fécales) su cabeza mientras salía esta mañana del Hotel Ritz en París. Junto a este sorprendente accesorio alado, lució un vestido camiseta blanco, de tirantes (sin importar las bajas temperaturas de la capital francesa) y con un corte hasta los pies, además de unos zapatos puntiagudos y texturizados.
Rosalía está siendo una de las estrellas más destacadas de estas Semanas de la Moda. Ya la vimos en el desfile de Calvin Klein en Nueva York, y en el marco de la de París, ha asistido ya a los desfiles de la emergente Julie Kegels, Dior y Schiaparelli (en el que se reunió con su amiguísima Kylie Jenner), así como a la pop-up de Zara en la ciudad. Pero más allá de estas apariciones en el front-row, la autora de El mal querer ha convertido las salidas de su hotel en auténticas exhibiciones de estilo, regalándonos –muy probablemente– unas cuantas pistas de lo que está por venir en su carrera musical.
Neil Mockford/Getty Images