Las sirenas auguraban, en la mañana de este martes, la tragedia en el centro de Madrid. Tras estacionar su camión apresuradamente en la calle Arenal, una decena de bomberos se dirigieron a la carrera hasta el número 4 de la calle Hileras, cuyo edificio se había derrumbado 10 minutos antes. La mayoría de esos efectivos, instantes después, deshacían el camino andado evacuando en una camilla a un obrero, cubierto de polvo, de vuelta a Arenal.
Era el primero de los tres heridos, todos ellos obreros, que se registrarían en el siniestro. Llevaban desde junio, junto al resto de sus compañeros, trabajando en la rehabilitación de Hileras 4, que tras estar alrededor una década en desuso se iba a transformar en un hotel de cuatro estrellas. La mayoría de los operarios pudo salir por su propio pie. Pero dentro quedaron atrapadas cuatro personas, tres varones y una mujer. Según explicó el capataz en la tarde de este martes, se trataría de Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, así como de Laura, arquitecta del proyecto, de 28 años, que se hallaba en un baño de la primera planta en el momento del hundimiento.
En medio de un clima de desconcierto y tensión, no tardaron en llegar refuerzos, personándose en la zona 18 dotaciones de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, 13 del Samur-PC y efectivos de la Policía Municipal y Nacional, acompañados por guías caninos que, ya entrada la tarde, comenzaron a buscar entre las montañas de escombros, de entre siete y ocho metros, a los desaparecidos. Aunque los perros tuvieron que detener sus rastreos hasta que se apuntalara la edificación.

Interior del edificio derrumbado.E. M.
Una de las primeras personas en avisar a los servicios de Emergencias fue Rafa, que vive justo en el edificio de enfrente. «El estruendo fue muy fuerte, mi vivienda tembló. Salí a la terraza y observé cómo una inmensa polvareda emergía y se extendía por toda la calle. Rápido volví a entrar en casa y vi que habían aparecido grietas en las paredes y en el cuarto de baño«, evoca.
Este madrileño relata, además, que solo unos minutos más tarde las autoridades desalojaron a todos los residentes de los edificios cercanos.
Derrumbe edificio Madrid 2025
Fueron las tareas de los bomberos, que inspeccionaron y revisaron las edificaciones de la zona, las que determinaron qué vecinos podían ir volviendo a sus casas. Estos profesionales también comenzaron a sanear y a desescombrar a mano (con ayuda de maquinaria ligera) el inmueble del derrumbe, quedando asegurada su fachada a última hora de esta tarde.
Se derrumba un edificio cerca de la plaza de Ópera en Madrid
Al cierre de esta edición, no se sabe el número exacto de vecinos que no pudieron dormir en sus camas. Preguntandos al respecto, desde el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid aseguraban que, en principio, todos los residentes podrían regresar a sus domicilios, pero que de necesitar una alternativa habitacional temporal, ellos ofrecerían les alojamiento.

Interior del edificio derrumbado.E. M.
«Esto no va a ser breve, hablamos de que quedan muchas horas por delante de trabajo de Bomberos porque hay mucho escombro. Los forjados superiores han ido colapsando hacia abajo«, explicó la vicealcaldesa de la capital, InmaculadaSanz, desde la calle Hileras ya que el regidor, José Luis Martínez-Almeida, estaba de viaje oficial en Londres. Pese a ello, el primer edil canceló este martes su agenda en Inglaterra y regresó de Urgencia a Madrid para poder seguir de cerca todo el operativo de búsqueda, donde también está participando la Unidad Canina de Rescate de España (UCR).
Por el momento, se desconocen los motivos que pudieron desencadenar en el derrumbe de esta construcción en obras. Se espera que a lo largo de este miércoles se avancen nuevos detalles que tranquilicen a un vecindario asustado y que, a última hora de hoy, aún le costaba asimilar lo sucedido. «Tras el violento sonido, fui corriendo a ver qué había sucedido y contemplé cómo del edificio en obras salían un montón de obreros llenos de polvo. El bar que hay enfrente les daba agua y vasos. Algunos intentaron volver a entrar, gritaban nombres, como Jorge, pero las autoridades no les dejaron acceder», expone otro vecino que presenció la dramática situación.