Dice el refrán que «cuando el río suena, agua lleva». Y el río blaugrana, últimamente, hace mucho ruido. Las dos derrotas consecutivas del Barça ante PSG en la Champions y ante el Sevilla en la Liga, justo antes de un nuevo parón de selecciones, han provocado que el vestuario alce la voz públicamente, pero también que lo haga de forma privada. Para mejorar, lo primero es detectar el problema, y en el equipo parecen tener claro que hay cosas que esta temporada no funcionan como lo hacían la pasada. Flick está preocupado, pero también la plantilla muestra signos de inquietud ante un inicio de campaña algo errático y, sobre todo, irregular.

Flick acabó desesperado con el juego de su equipo y el arbitraje en Sevilla

Flick acabó desesperado con el juego de su equipo y el arbitraje en Sevilla / Dani Barbeito

Lo más positivo es que acaba de arrancar el mes de octubre y está todo por hacer y, por lo tanto, todo es posible. Lo ha repetido el técnico alemán siempre que tiene un micro delante: «Tras el parón lucharemos por todos los títulos«. Una declaración de intenciones para la que, antes, deberá haber una reflexión interna que ya ha empezado. De hecho, también son algunas las voces en la directiva que apuntan a algunos jugadores, aunque esa, aunque parecida, es otra historia porque los futbolistas, por sí mismos, están dispuestos a revertir la situación y que lo visto ante PSG y Sevilla no se repita.

Lo dijo, por ejemplo, Pau Cubarsí nada más acabar el encuentro en el Sánchez Pizjuán: «Las ocasiones empiezan arriba… Hemos salido dormidos, no con la intensidad que requería el partido». Pero también Pedri había argumentado algo similar: «Tenemos que hacer autocrítica, nos ha faltado intensidad y calidad con el balón». Tampoco se mordió la lengua Alejandro Balde: «Hicimos muchas cosas mal, tenemos mucho que mejorar».

Por supuesto, Hansi Flick es el primero que habla sin matices de los problemas colectivos: «Hay que jugar como equipo», dijo el día en el que añadió la ya famosa frase «los egos matan el éxito«, tras el empate ante el Rayo Vallecano a inicios de septiembre. Tras el PSG, reiteró que «confío en mi equipo», pero también que «hoy no mostramos nuestro mejor nivel. Después de 35 minutos, el PSG tomó el control«, lo que suponía «defender, atacar, jugar a un alto nivel con balón, como equipo, aprovechar los espacios, participar en la posesión. En el PSG se vio que todos querían el balón». Vio cosas que no le gustaron nada.

¿Un tema físico?

Pero no se trata solo de algo futbolístico, según explican los mismos protagonistas. Para algunos de los integrantes de la plantilla blaugrana sorprende que, a nivel físico, no estén dando la talla. El propio Flick, en la misma rueda de prensa tras caer ante los de Luis Enrique en la Champions, comentó que «hay que aguantar los noventa minutos».

El centrocampista del Barcelona Frenkie de Jong durante el partido de la primera fase de la Liga de Campeones que FC Barcelona y PSG disputaron en el estadio olímpico Lluis Companys. EFE/Siu Wu. (Barcelona)

El centrocampista del Barcelona Frenkie de Jong durante el partido de la primera fase de la Liga de Campeones que FC Barcelona y PSG disputaron en el estadio olímpico Lluis Companys. EFE/Siu Wu. (Barcelona) / EFE

No fue el único: «Creo que es la acumulación de cansancio. Es lo que hay. Hemos jugado siete partidos en 21 días, pero a veces correr detrás del balón te cansa más que cualquier cosa», confesaba De Jong, que apunta, también en parte, a un tema futbolístico que obliga a correr más a la plantilla blaugrana cuando no tiene el control.

Sin embargo, Flick sigue apuntando hacia la misma dirección: «En la segunda parte se notó que algunos jugadores estaban muy cansados. Cuando estás un poco cansado, se nota en el campo, pero todos lo dieron todo. Con el 1-1 en el marcador, hay que tener una mejor estructura defensiva».

Pedri se mostró dolido tras perder contra el Sevilla

Pedri se mostró dolido tras perder contra el Sevilla / Dani Barbeito

Sorprende que tras un verano en el que los blaugrana han tenido más vacaciones que, por ejemplo, el PSG, que jugó la final del Mundial de Clubs, en el duelo ante los parisinos, acabara fundido, algo que pareció repetirse ante el Sevilla. No se trata de una percepción, sino de una realidad confesada por quienes forman el primer equipo del Barça, incluido su entrenador. Una explicación podría ser la carga que acumulan los futbolistas y que, como pasó la temporada pasada, en este tramo de temporada las piernas estén más cansadas, algo, por lo tanto, circunstancil que se superaría con el tiempo.