Desde las casas racionalistas de los años veinte hasta las residencias experimentales del movimiento posmoderno, el libro ‘150 casas imprescindibles’, preciosamente editado por Cinco Tintas, ofrece una panorámica internacional de la arquitectura doméstica moderna, cuidadosamente seleccionada por el periodista especializado Thijs Demeulemeester y la historiadora del arte y la arquitectura Jacinthe Gigou.

Este volumen es mucho más que una guía visual: es un compendio de ideas, estilos y contextos históricos que ayudan a comprender cómo el espacio doméstico se convirtió, durante el siglo pasado, en un laboratorio de innovación arquitectónica. Cada una de las 150 viviendas ha sido escogida no solo por su relevancia formal o técnica, sino también por el modo en que refleja una época, una mentalidad o una ruptura con lo establecido.

Arriba: Casa Futuro, 1968. (Craig Barnes). Sobre estas líneas: La Fábrica, 1975. (Ricardo Bofill Taller de Arquitectura)

No todo es sol y playa. Con el auge del turismo arquitectónico —una tendencia creciente que se complementa perfectamente con otras en boga, como el turismo gastronómico (porque comer es cultura, identidad y emoción), el turismo cinéfilo (para aquellos que necesitan caminar por los escenarios reales de sus películas favoritas) o el turismo de raíces (para reconectar con el origen familiar)—, ‘150 casas imprescindibles’ nos sitúa en un cruce perfecto entre cultura visual, historia de la arquitectura y experiencia de viaje.

Arriba: Casa Claude Unal, 1973-2008. (Joël Unal). Sobre estas líneas: Solo House, 2017. (Bas Princen)

El libro no solo propone una lectura fascinante desde el sillón, sino que puede ser usado como hoja de ruta para descubrir obras maestras de la arquitectura repartidas por todo el mundo.

Entre las construcciones seleccionadas se encuentran iconos universales como la Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright en Pensilvania, la enigmática Villa E-1027 de Eileen Gray y Jean Badovici en la Costa Azul, o el minimalista apartamento-estudio de Le Corbusier en París.

Cada una de estas viviendas representa una manera distinta de concebir la vida

Arriba: Casa Batlló, 1904. (Pere Vivas Ortiz). Sobre estas líneas: Casa Charleston, 1916-1978. (Penelope Fewster)

También se exploran casas menos conocidas pero igualmente influyentes, como algunas de las residencias privadas de Finn Juhl en Dinamarca, Alvar Aalto en Finlandia, o Ray y Charles Eames en California. Juntas forman un maravilloso mapa que cruza continentes y estilos, revelando cómo cada una de estas viviendas representa una manera distinta de concebir la vida.

Arriba: Villa Serralves, 1931-1944. (Felipe Braga). Sobre estas líneas: Casa Oscar Americano, 1953. (Renato Leary)

Uno de los mayores aciertos del libro es su enfoque práctico: a diferencia de otras publicaciones similares, ‘150 casas imprescindibles’ incluye información sobre la localización exacta de cada vivienda, detalles sobre su estado actual y si es posible visitarlas o incluso alojarse en ellas. De este modo, el libro no solo inspira, sino que también facilita la planificación de rutas arquitectónicas perfectas.

Con una cuidada edición y abundante material fotográfico, ‘150 casas imprescindibles’ es tanto un homenaje al legado arquitectónico del siglo XX como una invitación a vivirlo en primera persona. Es, en definitiva, una obra para ver, leer y recorrer.

Desde las casas racionalistas de los años veinte hasta las residencias experimentales del movimiento posmoderno, el libro ‘150 casas imprescindibles’, preciosamente editado por Cinco Tintas, ofrece una panorámica internacional de la arquitectura doméstica moderna, cuidadosamente seleccionada por el periodista especializado Thijs Demeulemeester y la historiadora del arte y la arquitectura Jacinthe Gigou.