De dos derrotas de la mano de Podemos a dos victorias difíciles de explicar. El Congreso de los Diputados ha convalidado este miércoles el real decreto ley para aplicar un embargo de armas a Israel, ese que Ione Belarra veía «’fake’» y abocado a « … dormir el sueño de los justos», y ha aprobado la Ley de Movilidad Sostenible, esa que la secretaria general izquierdista consideraba «hipócrita». Por la mañana, a primerísima hora, la sucesora de Pablo Iglesias ha madrugado para clamar en TVE contra la «mentira» de Pedro Sánchez, porque insiste en que con el decreto en vigor sigue comprándose armamento al Gobierno de Benjamín Netanyahu, y contra su «chantaje». Del voto no decía nada.
Los términos eran durísimos y lo siguen siendo ‘a posteriori’ –en privado aún dicen que no sirve para «absolutamente nada»–, pero a mediodía Belarra ha publicado un vídeo en redes sociales para anunciar su voto a favor. Su argumento es que así Podemos no será la excusa para que no haya embargo y que, a la vez, podrá demostrar que no lo hay. A pesar de la dureza de la líder de Podemos, en los mentideros políticos se especulaba con una abstención por la presión de las asociaciones propalestinas y la dificultad de oponerse a un embargo de armas, por mínimo que sea y muchas excepciones que pueda contener, ante lo que el partido, como el Ejecutivo, califica de «genocidio». El sí, desde luego, ha sorprendido hasta a los más optimistas.
Entre el PSOE y Podemos ha habido conversaciones, pero, en lo tocante al decreto, ni siquiera se puede hablar de negociaciones. Sí en la Ley de Movilidad Sostenible, que Belarra había definido como «hipócrita» por promoverse en paralelo a macroproyectos como la ampliación del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, y la del puerto de Valencia. Podemos se ha abstenido finalmente –salvando la papeleta al diputado del PP Guillermo Mariscal, quien con su ausencia, de luna de miel, permitía la aprobación de la norma independientemente de la posición de Podemos– a cambio de un comunicado del Ministerio de Transportes sobre El Prat en el que se compromete a «conciliar adecuadamente el desarrollo de la infraestructura con la protección y conservación del medio ambiente». Según ha dicho después Belarra, esto implica que se aplace el inicio de las obras al menos hasta el 2031.
Desde Podemos aseguran estar «muy satisfechos» con las votaciones de este miércoles, pero lo cierto es que su giro, bienvenido por otros socios, no termina de entenderse. «Se habían pasado de frenada», comenta un diputado que también ha votado a favor del decreto. La sensación generalizada es que Podemos se había echado un farol sin tener cartas para jugar. Y no es la primera vez que pasa.
Ya en noviembre, cuando Podemos amenazaba con tumbar el paquete fiscal de María Jesús Montero por no incluir un gravamen a las empresas energéticas, el partido de Belarra viró a última hora a cambio de un compromiso estéril: registrar una proposición de ley posterior que lo incluyese, pero que se sabía condenada al fracaso de antemano por la oposición a esa medida de PP, Vox, Junts y PNV. Podemos había cargado contra ERC y Bildu, precisamente, por aceptar con anterioridad apoyar la medida por un decreto que, también, nació muerto y terminó derogándose.
El Gobierno, como había informado ABC, había optado por presionar a Podemos con el silencio y no tratar de negociar su abstención al decreto a cambio de alguna cesión. Belarra, por la mañana, seguía exigiendo a Sánchez que retirase el embargo «’fake’» y aprobase uno «real» en el Consejo de Ministros. Ha sido en vano. Las únicas negociaciones que ha habido con su partido, desde el viernes, han sido sobre la Ley de Movilidad Sostenible. Y, como mucho, los cuatro diputados han ganado tiempo, porque en ningún caso el PSOE se ha comprometido a renunciar a la ampliación del aeropuerto de El Prat. Del puerto de Valencia ni se ha hablado tras el ‘acuerdo’. Un olvido.
Fuentes de Podemos insisten en que presionarán para que el Gobierno de PSOE y Sumar traigan al Parlamento una iniciativa más ambiciosa, que impida el comercio armamentístico con Israel en todos los casos habidos y por haber, pero asumen en privado que esta norma, que ahora se tramitará como proyecto de ley, cogerá polvo en un cajón con eternas ampliaciones del plazo de enmiendas. Podemos ha enviado el «embargo ‘fake’» a «dormir el sueño de los justos».