Era solo la primera jornada de Liga y enfrente estaba un Baskonia con serios problemas defensivos, que ha encajado más de cien puntos en sus tres partidos oficiales disputados. Pero el dato revela a las claras las intenciones de Jesús Ramírez, el tipo de baloncesto que el técnico de Granollers quiere para su Casademont Zaragoza. Y es que el equipo aragonés metió una marcha más a su juego y se fue hasta las 90 posesiones en el encuentro ante los vitorianos. Solo le superó el Girona de Moncho Fernández, que alcanzó las 92,5 en su derrota en la pista de un Burgos que también acabó con 90 posesiones.

En sí mismo ya es un dato significativo porque 90 posesiones en 40 minutos implica tener una media de más de dos por minuto, pero lo es más comparándolo con el de la temporada pasada. El Casademont 2024-25 terminó el curso con un promedio de 75,7 posesiones cada 40 minutos. Frente al Baskonia se pudo ver a un equipo que quería jugar rápido, con acciones preparadas para resolver ataques en los primeros ocho o diez segundos de juego, además de intentar correr la pista cada vez que se le presentaba la oportunidad.

El conjunto de Jesús Ramírez fue, además, bastante eficiente. No tanto como el Tenerife, el Murcia y el Valencia, pero el Casademont fue el cuarto en esa estadística con 118,9 puntos por cada 100 posesiones. Además, su eficacia defensiva también fue de las mejores con 99,4 puntos encajados por cada 100 posesiones, lo que deja una diferencia entre una y otra estadística de 19,5. También tuvo el conjunto aragonés una buena eficiencia de tiro, ya que anotó 1,15 puntos por cada tiro de campo lanzado por los 0,91 del Baskonia. El curso pasado firmó 116,1 puntos por cada 100 posesiones, lo que le dejó en la zona media de ese ranking, pero recibió 118,1 puntos por cada 100 posesiones de sus rivales, una de las peores cifras de la Liga.

Estadísticas avanzadas que ilustran las intenciones del equipo de Jesús Ramírez. Más velocidad en el juego, mayor rapidez en la ejecución de las acciones, más puntos y más diversión en el Príncipe Felipe. Todo eso se cumplió en un estreno esperanzador para el Casademont Zaragoza, pero solo fue el primer partido. Queda toda la temporada para seguir desarrollando esa idea de baloncesto. La siguiente parada, el domingo en Badalona ante un Joventut que cuenta con un juego interior mucho más potente que el del Baskonia el pasado domingo.