Jordan Henderson no es de los que suelen dramatizar. Fue capitán del Liverpool, levantó una Champions League, una Premier League y múltiples títulos más. Fue, durante años, el equilibrio perfecto entre intensidad, liderazgo silencioso y compromiso inquebrantable. Pero cuando habla de su salida de Anfield, lo hace con una franqueza que desarma: «Fue como una ruptura».
Y es que, en sus propias palabras, marcharse de Liverpool tras 12 años no fue simplemente un traspaso. Fue, emocionalmente, una pérdida profunda. Henderson, en una reciente entrevista, ha relatado cómo esa decisión lo descolocó, lo alejó de su esencia futbolística y lo llevó a una etapa de introspección en Arabia Saudita que terminó mucho antes de lo esperado.
Una vida en Anfield
La decisión de fichar por el Al-Ettifaq, bajo la dirección de Steven Gerrard, parecía en su momento un movimiento arriesgado, pero entendible. Contrato millonario, nueva experiencia, y un reto fuera del radar europeo. Pero pronto, la ilusión se desvaneció: «Luché durante un tiempo después de irme. Había sido mi vida durante tanto tiempo y de repente… se fue».
Lejos del césped del mítico Anfield, Henderson se encontró aislado, incapaz de ver siquiera los partidos de la Premier League. El cambio cultural, el sofocante clima saudí, y una liga muy distinta en intensidad y ritmo lo hicieron cuestionarse su decisión. Lo que parecía una aventura exótica duró apenas seis meses. Henderson, públicamente defensor de los derechos LGBTQ+, fue duramente criticado por aceptar una oferta en un país con políticas represivas hacia esa comunidad. Aunque el inglés explicó que su decisión tuvo múltiples matices, las consecuencias en su imagen fueron inmediatas.
“Quizá habría tomado decisiones diferentes. Pero en ese momento, así me sentí y tomé la decisión por muchas razones… razones que solo yo conozco”, explicó con tono reflexivo Más allá del aspecto económico, la experiencia en Arabia Saudita terminó siendo más una lección de vida que un paso futbolístico acertado.
El fútbol, sin embargo, da revanchas. Henderson recaló en el Ajax y, más recientemente, en el Brentford. Allí ha comenzado a recuperar sensaciones. Cuatro apariciones bajo la dirección de Thomas Tuchel, una de ellas como titular, han servido para recordar que, a sus 35 años, aún tiene gasolina en el tanque.