Mathieu van der Poel ha demostrado ser uno de los pocos ciclistas capaces de batir a Tadej Pogacar. Este año, el neerlandés dejó con la miel en los labios al campeón del mundo en París-Roubaix y en la Milán-San Remo. Dos clásicas que se le resisten al esloveno. Dos de los mejores ciclistas del momento, rivales en la carretera, pero con un profundo respeto entre ellos.

Una vez concluida la temporada, Van der Poel quiso hacer balance. A sus 30 años, le queda cuerda por delante y sigue teniendo retos por cumplir. No se ha recuperado completamente de la neumonía que le obligó a abandonar el Tour de Francia y llega al final del curso con la necesidad de descansar. «Fue peor de lo que pensábamos. Intenté volver demasiado rápido, pero mi cuerpo no estaba listo. En agosto y septiembre lo pasé muy mal», señaló en una entrevista con Het Laatste Nieuws. «La presión sobre nosotros ha aumentado, las carreras son más duras y como líder siempre tienes que estar preparado. Incluso Pogacar y Van Aert han expresado esa necesidad de descansar mentalmente después del Tour», asegura. 

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Justamente, Van der Poel habló de su relación con Pogacar. «Siento un gran respeto por lo que hace. Es realmente impresionante y parece facilísimo. Quizá el nuevo Merckx no sea la comparación correcta, porque se llama Pogacar, pero nosotros nos debemos sentir un poco como cuando Merckx corría. En su terreno, hace lo que quiere», apunta. 

Sobre sus triunfos en Roubaix y en San Remo, ante Pogacar, Van der Poel aclara que «eso fue en mi terreno, e incluso así estuvo muy cerca». También habló del reciente mundial, en el que el esloveno revalidó su título. Una carrera que el neerlandés vio desde la distancia, disfrutando de sus vacaciones en Estados Unidos. «Tomé la decisión correcta de no correr. No se debe competir solo porque haya una oportunidad de ganar», matizó.

Finalmente, Van der Poel aseguró «haber cambiado» con el paso de los años. Sin embargo, sigue con metas por alcanzar y carreras por ganar. Por ejemplo, el Campeonato del Mundo de Mountain Bike, en el que este año sufrió un duro revés. «Sigue siendo mi objetivo. No dejaré el ciclismo de montaña hasta lograr lo que quiero, aunque nunca lo consiga», concluyó.