Sergio Busquets, tras dos años en el Inter de Miami, anunció que colgaba las botas. Esta semana ha sido su amigo y compañero de equipo, Jordi Alba, quien ha tomado la misma decisión de retirarse del fútbol profesional. Sergio pone fin a su carrera a los 37, Alba a los 36. Sin ellos, se va terminando el Barça de la última Champions y del último triplete.
En Berlín 2015, Luis Enrique alineó un once con Ter Stegen en la portería. Mira por dónde, el alemán es el único futbolista que queda en activo y en el Barça de ese súper equipazo. El resto: Alves, Piqué, Mascherano, Alba, Busquets, Rakitic (también anunció recientemente su retirada), Iniesta, Messi, Suárez y Neymar. El tridente aguanta. Messi, a los 38, no parece que vaya ya a rendirse. Luis Suárez, a los 38, aún tiene muchos goles en sus botas, por más que en sus renqueantes sprints cada vez se parezcan más a una estrella del Barça Legends.
Neymar también sigue en activo, por así decirlo. Ha vuelto al Santos de sus inicios, buscando la felicidad y el cobijo que tuvo de joven. Ha huido de la amarga experiencia en el fútbol árabe y Neymar, más que dejar el fútbol, parece que el fútbol ya le abandonó a él. Con el adiós de Busi y Alba se van dos jugadores que han marcado una época.
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El de Badia será recordado como el mejor medio centro de una historia de 125 años donde ha habido jugadores geniales en el puesto de mando. Alba pasará a la historia por sus pases atrás para el lucimiento de Messi. Menuda suerte para los culés de estas generaciones, de haber gozado de todos sus partidos. El tiempo pasa para todos. Lamine Yamal Nasraoui tenía 7 años cuando el Barça conquistó la última Champions. Con él, debería de llegar la Sexta