José Luis Ballester, ‘Josele’, sólo tiene 22 años y apenas lleva unos meses como profesional, pero ya es uno de los jugadores a seguir en el Open de España presented by Madrid. Cualquiera que acuda al Club de Campo Villa de Madrid para seguir al golfista castellonense se dará cuenta de algo que es una constante en sus partidos: su bolsa de los Fireballs (su equipo del LIV Golf) siempre es la más adelantada. A Josele le hemos visto este año un drive de 370 metros en el LIV Chicago y su media fue de 300 en el pasado US Open. Incluso ha dejado atrás en más de un torneo a Joaquín Niemann y a Bryson DeChambeau, sus principales competidores en este aspecto.
Ballester disputa por segunda vez el Open de España y ha abierto su participación con una vuelta de 70 golpes (-1), por lo que por primera vez baja del par en este torneo. Hoy ha contado con el apoyo de sus padres, dos deportistas de sobra conocidos en nuestro país: Sonia Barrio, campeona olímpica de hockey en Barcelona 92; y José Luis Ballester padre, 24 veces campeón de España de natación y tres veces olímpico. Y no es fácil que acudan a ver a su hijo, pues “para venir a un torneo como este hay que coger vacaciones”, nos confiesa Sonia Barrio, que hoy día ejerce de profesora de Educación Física. “Por suerte hoy es festivo en la Comunidad Valenciana, aunque he tenido que cambiar alguna cosa en el trabajo para encajarlo todo”, agrega.
En el mundo del golf amateur universitario de Estados Unidos, Josele era de sobra conocido, pues reunía todos los requisitos para triunfar. Llegó a ser el número 3 del ranking mundial y ganó el US Amateur, lo que le permitió disputar el British Open, el Masters y el US Open, ya con los mayores. El español posee las armas de un golfista moderno, además de ser muy atlético y estar muy enfocado en sus objetivos.
Tras formarse en el Club de Campo del Mediterráneo a las órdenes de Víctor García, padre de Sergio, dio el salto a la Universidad Arizona State (como Rahm o Carlota Ciganda). El año pasado se pasó al profesionalismo y se enroló en el LIV Golf, donde disputó seis eventos. Su pegada no era una sorpresa, pero en circuito de los 54 hoyos se acrecentó en los recorridos largos y de calles anchas. Después de dos torneos para cogerle el ritmo a su nueva etapa, Josele brilló con un séptimo puesto en el torneo de Reino Unido y con el subcampeonato en Chicago, donde disputó un playoff con Jon Rahm y Dean Burmester que se llevó este último.
Josele Ballester junto a su caddie.Foto: Open de España
Su vuelta
En Madrid ha arrancado bajo par y con la sensación de que si afina en algunos golpes a green puede firmar muchos birdies. Empezó con un birdie saliendo por el 10 y en el 12 perdió la calle por bastante y acabó firmando un bogey que recuperó de inmediato. Sólo pudo aprovechar uno de los tres pares 5 del campo. No se dejó muchos golpes claros para birdie, pero tuvo buenas muñecas desde el rough. Los greenes estaban muy firmes. En el hoyo 4, desde el tee se fue muy a la izquierda. Ballester vio una ventana entre una maraña de árbolesy se la jugó con un golpe que lo dejara cerca de green. Lo cierto es que su bola sorteó todos los obstáculos y avanzó mucho, pero se escapó muy a la derecha, cogiendo una pendiente. Estuvo cerca de algo grandioso, pero al final fue un bogey. Su secuencia siguió con birdie-bogey-birdie.
“Mi juego está en un punto muy superior en todo a como estaba hace un año en este torneo. Desde el tee estoy francamente bien, aunque si fallas la calle, ya sea por mucho o poco, penaliza bastante y me ha pasado en un par de hoyos. En los últimos tres o cuatro he pegado tirazos que pensé que iban para birdie, pero sufrí para sacar el par porque la bola o el viento no reaccionó como yo esperaba”, explicó Josele al acabar. ¿Nervios? “No, sólo la adrenalina en el tee 1 que tenemos todos a los que nos busca competir”.
Mi juego está en un punto muy superior en todo a como estaba hace un año en este torneo
Josele Ballester
La complicación del par 5 del hoyo 4 se puso sobre la mesa: “Lo del hoyo 4 ha sido raro, porque el golpe que he planteado hacer ha sido absurdo, pero lo he ejecutado muy bien y he tenido muy mala suerte. Sí que la quería roscar más a la izquierda, pero me ha botado en mitad de una bajada y ha recorrido 60 metros para meterse en un hazard que no sabía ni que existía. He salvado un bogey milagroso. Luego lo pienso, y a lo mejor tendría que haber devuelto la bola a calle, pero mi golpe estuvo bien ejecutado”.
“Llevo mes y medio currando muy duro, cambiando un par de cosistas y dándole muy duro al gimnasio
Josele Ballester
Josele, que no jugaba un torneo desde agosto, no ha notado la inactividad: “Llevo mes y medio currando muy duro, cambiando un par de cosistas y dándole muy duro al gimnasio. Y desde el tee he encontrado un par de cosistas que me están viniendo muy bien. Y en un campo estrecho como este, sentirme cómodo desde el tee me hace confiar más en lo que estoy trabajando”.