El centro de la defensa del Real Zaragoza no deja de dar quebraderos de cabeza. A la falta de efectivos en la zona, con, seguramente, todavía dos especialistas por llegar, se une ahora los problemas físicos de Sebastian Kosa, que será intevenido quirúrgicamente este viernes de la rotura de menisco externo de su rodilla derecha detectada en las pruebas médicas a las que ha sido sometido como consecuencia de las molestias que le habían impedido entrenar en los últimos días y jugar el pasado miércoles ante el Mirandés.

El defensa lleva sin entrenar desde el lunes, porque el martes ya no pudo ejercitarse por culpa de esas molestias que, por supuesto, también le han impedido participar en la sesión compensatoria diseñada este jueves por Gabi Fernández y en la que los que más participaron ante el Mirandés trabajaron en el gimnasio.

El central ha puesto un emotivo mensaje en sus redes sociales. «Estoy muy triste y decepcionado. Lo siento porque después de la última temporada quise hacer una pretemporada buena y dar todo que puedo por el club. Voy a recuperar para dar todo por este club que significa mucho para mí. Hay cosas que no puedo controlar. Ojalá volver a llevar esta camiseta pronto», dice el eslovaco.

De este modo, Kosa, que no cuenta para el técnico y al que se lleva buscando una cesión desde principios del verano, resta un efectivo más al centro de la zaga zaragocista. Radovanovic, que aún no ha tenido minutos en pretemporada tras haber sido el último en llegar, y Tachi son los únicos que cuentan, y, a la espera de más refuerzos, Gabi ha reubicado en esa parcela a Gori y al jugador del filial Saidu.