Para gustos, colores. ‘First Dates’ ha vuelto a abrir sus puertas con la ardua y emotiva tarea de buscar pareja a aquellos comensales que confían en ellos. Natalia (69 años) ha acudido al dating show en busca de compañía. Quería tener una cita con un hombre alto y delgado. «Y si tienes los ojos claros, mejor», ha añadido a las cámaras del programa. Sin embargo, la jubilada de Sevilla ha hecho una petición que hasta ahora no se había escuchado en el programa (y eso que llevan más de 2.000 citas). 

Natalia busca a alguien con quien ir a la discoteca: «Es para personas mayores y lo pasamos bomba». Pero si hay un requisito que no puede faltarle a su cita es «que fume como un carretero». «Que fume, que le da salud», ha dicho entre risas. «Perdón, que fume y me acompañe. Que no me diga eso de ‘¿otro cigarrito, hija?’. Ya mis hijos me han dado por imposible así que el que venga, que fume», ha solicitado. 

La jubilada se ha topado con la hija de Manuel (75 años), su cita de ‘First Dates’. «La opinión de ella es muy importante para mí. Estamos muy unidos«, confesaba el jubilado. Es una de sus cuatro hijos. La tuvo con 56 años. Paula se ha asegurado de que fuese una mujer «alegre». «Con clase, mucho estilo, educada y con una sonrisa. Esto último a mi edad es fundamental», añadía el sevillano a las cámaras del dating show.

Cuando ha descubierto que Paula era la hija de Manuel se ha quedado «de piedra»: «Para nada sospeché que era la hija del que me ibais a presentar». Las primeras impresiones, para Natalia, han sido buenas. «Eres muy atractivo», le ha dicho. Sin embargo, el jubilado no estaba contento con la estatura de su cita. «Natalia es un poquito bajita para lo que yo creía que iba a encontrar», ha confesado. 

Manuel ha acudido con la esperanza de encontrar algo definitivo: «Para siempre». Sin embargo, no está dispuesto a salir a bailar, requisito imprescindible para su cita. «Hace años que no voy a una discoteca. He trabajado muchos años en la noche y esa etapa ya la he quemado», ha apuntado, dejando claro que él prefiere una terraza para hacer la sobremesa.

Viven en la misma ciudad, pero parece que sus planes son muy diferentes. Natalia no se ve viviendo con una pareja. «Tenemos muchas manías», ha confesado la jubilada. Su cita se lo ha negado en un tono irónico. Parecía que comenzaba a saltar las chispas. Hasta que ha llegado la pregunta: «¿Tú fumas?». Manuel ha contestado que no. Dejó de hacerlo hace 20 años. Por suerte, el jubilado tiene claro que ni es su problema ni le va a decir nada al respecto. 

Natalia ha tanteado el terreno durante la cita. «Eres muy atractivo, eres una persona simpática, no fumas y eso es un punto menos para mí, que quería un fumador como un carretero. Me encantaría tenerte como amigo», se ha sincerado la jubilada. «Me siento muy cómodo hablando con ella. No me he cortado. Eso quizá me ha indicado que no hay feeling porque no he estado nervioso», ha reflexionado tras las cámaras. A ella, le ha dicho que «muy agradable» y «se puede hablar contigo casi de todo o de todo». En su respuesta no ha hecho referencia a su atractivo físico y ese ha sido el detonante para que Natalia le dijese que no a una segunda cita. 

Manuel, en la decisión final, le ha dicho que no a una cita como pareja, pero como amiga sí: «Creo que podemos ser muy buenos amigos». Ella ha suscrito sus palabras: «Parece que le conozco desde que tenía 20 años».