El presente Open de España se puede analizar desde distintos puntos de vista. Por un lado desde el de los organizadores, patrocinadores y público; y por otro, desde el de los 132 jugadores participantes. Cada cual tiene su versión de lo que pasa … y de lo que espera que pueda suceder y lo interesante es cuando se entremezclan varias de ellas.

Como recientemente este torneo se ha convertido en todo un festival del golf patrio (cinco de los seis últimos títulos se han quedado aquí), los aficionados que se desplazaron hasta el Club de Campo Villa de Madrid tienen claro que la racha se va a repetir. Sobre todo porque el próximo domingo, día en el que se conocerá al campeón de 2025, es el de la celebración de la Fiesta Nacional y todos auguran un éxtasis rojigualdo. De ahí que no se respirase ningún temor por el hecho de que, tras la primera jornada, fueran el francés Ugo Coussaud y el inglés Sam Bairstow (-6) quienes tomaran la cabeza.

Como los dos favoritos de la afición, Sergio García (par) y Jon Rahm (+1), tenían esperanzas de cara al fin de semana, no hay motivo para la preocupación. Curiosamente, ambos coincidían al terminar en dos consideraciones trascendentales; que el campo no estaba nada fácil, con ‘greens’ delicados y ‘roughs’ complicados, y que no sentían que hubieran jugado tan mal como dictaban sus resultados. Por eso confían en volver a colocar sus nombres en el palmarés. «Ha sido un día duro, pero lo bueno es haber salvado bien la vuelta y tener la opción de seguir peleando día a día», comentó el castellonense.

El vizcaíno, por su parte, se lamentaba de su abultada tarjeta: «Sobre todo por los espectadores, ya que me hubiera gustado que disfrutasen de mi mejor golf y no ha sido posible». Mas, a la vez, les lanzaba un guiño al decir: «Afortunadamente los torneos tienen cuatro vueltas y cuando tiene que llegar una mala, es mejor que sea en la primera de ellas».

Los otros dos excampeones locales presentes en el plantel, Rafa Cabrera (-2) y Ángel Hidalgo (-1), se mostraban más locuaces al explicar sus sensaciones. No están teniendo una temporada fácil, al no haber conseguido un juego constante, pero es volver a casa y verlo todo con otros ojos. «De vez en cuando veo los resultados a mis cambios de ‘swing’ y recuerdo que sé jugar al golf’», bromeó el canario, mientras que el andaluz reconoció: «Haber sentido un nudo en el estómago cuando me anunciaron como el defensor del título, pero lo aguanté bien y disfruté de la vuelta».

Los españoles mejor colocados fueron Ángel Ayora (-4), Alfredo García-Heredia (-3) y Nacho Elvira (-3).