La Plaza de Toros de Ciudad Real vivirá este domingo, 27 de julio, una de esas tardes marcadas en rojo en el calendario de quienes creen en el toreo como una escuela de vida. A las 19.30 horas arrancará la final del I Certamen de la Escuela Taurina de Ciudad Real, una novillada sin picadores en la que se medirán tres jóvenes promesas: Javier Fernández (20 años, Herencia), Luis Expósito (18 años, Argamasilla de Calatrava) y Raúl Caamaño (Torrijos), este último procedente de la Escuela Taurina de Toledo.

Con novillos de la ganadería ciudadrealeña que pastan en la finca Pinos Bajos de Fernán Caballero, Víctor y Marín, donde tentaron este jueves como preparación y entrenamiento para la cita del domingo junto a sus compañeros de la escuela, los tres finalistas pondrán sobre el albero no sólo el fruto de meses de entrenamientos, sino también sus ilusiones más íntimas. Porque en esta cita no se juega únicamente un trofeo; se juegan el respeto de una afición y la validación de un sueño.

Javier Fernández, de 20 años, es un joven que respira toro por los cuatro costados. Estudiante de ADE y natural de Herencia, se confiesa emocionado por lo que supone debutar en la plaza de la capital. «Va a ser un día donde van a aflorar muchas emociones, porque es un sueño para mí. Quiero que sea el inicio de cosas y días muy importantes que quiero dar a esta plaza», asegura a La Tribuna. «Espero que el aficionado salga diciendo que Javier Fernández tiene condiciones y quiere ser torero a toda costa», desea.

Fernández y Expósito en un entrenamiento de la Escuela Taurina de Ciudad RealFernández y Expósito en un entrenamiento de la Escuela Taurina de Ciudad Real – Foto: LT

A sus 18 años, Luis Expósito también llega con la mente centrada. Vecino de Argamasilla de Calatrava, vive por y para el toro. «La preparación ha sido la de siempre, no parar de entrenar, física y técnicamente, mañana y tarde. Con el campo tan complicado, la escuela nos ha permitido hacer algo antes y ahora tengo muchas ganas de hacer el paseíllo en Ciudad Real», afirma. Expósito compagina los entrenamientos taurinos con sus estudios (cursa Magisterio de Educación Primaria en Ciudad Real).

Ambos pertenecen a la Escuela Taurina de Ciudad Real, una institución joven pero vibrante, nacida en octubre de 2022 y que, en poco más de un año, ha logrado consolidar un proyecto pedagógico, técnico y humano en torno al toro. Para Aníbal Ruiz, director del centro y alma del proyecto, esta final es mucho más que una fecha en el calendario. «Estamos muy felices de que se haya cumplido el sueño. Empezamos en octubre y se han podido hacer muchas cosas con la escuela». Asimismo, añade que «a la final han llegado dos toreros, porque lo son, aunque ahora mismo sean novilleros. Javier y Luis representan todo lo que estamos sembrando desde la base», explica.

La emoción no se limita a los despachos. Fernández ha hecho temporada en plazas como Valencia o Sevilla, y Expósito ha dejado el sello de su temple y torería en escenarios como Torralba o Arenas de San Juan. El tercero en liza, Raúl Caamaño, es el único foráneo, pero no por ello menos preparado: viene avalado por una escuela con solera como la toledana.

Luis Expósito al naturalLuis Expósito al natural – Foto: LT

La Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Ciudad Real han respaldado firmemente este proyecto, conscientes de la importancia de invertir en cantera y en cultura. Así, en el marco de la Pandorga, la ciudad se volcará con sus jóvenes espadas. El ganador recibirá un cuadro al óleo de Antonio Sánchez Puerto y unas manoletinas donadas por «Joselillo» de Almagro. Pero quizá el mayor premio sea otro: sentirse torero en su tierra.

Javier Fernández con el apéndice conseguido en la MaestranzaJavier Fernández con el apéndice conseguido en la Maestranza – Foto: Pagés

En un tiempo donde todo va deprisa, el toreo sigue pidiendo entrega, constancia y pasión. Y eso es lo que se verá este domingo. No se trata solamente de cortar orejas. Se trata de dar un paso al frente y decir: aquí estoy yo. Con la mirada limpia, los trastos en la mano y un sueño por cumplir.