La historiadora y activista cubana Alina Bárbara López Hernández denunció que las autoridades nacionales y provinciales están manipulando la información sobre la epidemia que azota la provincia de Matanzas. “Estoy indignada. Es demasiada la manipulación, la mentira y la justificación de las autoridades políticas y médicas, nacionales y provinciales, ante la situación gravísima que existe en la provincia de Matanzas”, escribió en un mensaje publicado en su perfil de Facebook.
Según López, existe una orden explícita de desmentir las muertes por arbovirosis. “La orden de desmentir los fallecidos por arbovirosis está dada. Así lo aseguran el doctor Durán, el ministro de Salud y las autoridades matanceras”.
La orden de desmentir los fallecidos por arbovirosis está dada. Así lo aseguran el doctor Durán, el ministro de Salud y las autoridades matanceras
Aunque reconoció que el chikungunya “no tiende a la mortalidad”, advirtió que puede complicarse y “contribuir por tanto a la causa de muerte en ciertos casos: niños menores de un año, personas mayores de 65, o aquellas con comorbilidades, es decir, con enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes”.
“Sus certificados de defunción no dirán ‘Chikungunya’, pero eso fue lo que desencadenó el final”, añadió.
La académica denunció además el desabastecimiento prolongado de medicamentos esenciales: “Desde hace varios meses no se distribuyen en las farmacias de la provincia antihipertensivos, diuréticos, medicamentos para el control de la diabetes, reactivos para medir los niveles de glucosa en sangre”. Y precisó: “Ayer fue que empezaron a vender enalapril después de mucho tiempo”.
Sobre el acceso a analgésicos y antipiréticos durante el brote, afirmó que “apenas han vendido paracetamol o sales de rehidratación en las farmacias, y las poquísimas veces que ello ha ocurrido tuvo carácter simbólico: dos sobres de sales por cada consultorio, y un consultorio puede tener mil pacientes o más”.
Cuestionó el relato oficial sobre la supuesta ausencia de muertes: “Si, como aseguran las autoridades, no ha crecido el número de fallecidos, ¿cómo se explica que en el hospital provincial Faustino Pérez ocurriera un ‘embotellamiento’ en la morgue el pasado fin de semana porque demoraron en traer los ataúdes ya que las personas que los forran también estaban enfermas? ¿Es habitual que fallezcan tantas personas un fin de semana?”
Si, como aseguran las autoridades, no ha crecido el número de fallecidos, ¿cómo se explica que en el hospital provincial Faustino Pérez ocurriera un ‘embotellamiento’ en la morgue el pasado fin de semana porque demoraron en traer los ataúdes ya que las personas que los forran también estaban enfermas? ¿Es habitual que fallezcan tantas personas un fin de semana?
López rechazó las justificaciones que atribuyen la crisis al cambio climático y recordó que “la insalubridad pública es notoria”, y que en condiciones de epidemia “es un factor agravante”. También acusó al gobierno de mentir sobre las acciones de control epidemiológico: “Es falso que hayan fumigado en las áreas correspondientes al policlínico de Milanés, que incluye amplios barrios de la ciudad y es una de las que más casos tiene actualmente. Es falso que hayan reforzado los consultorios”.
En su barrio, según dijo, no hay médicos suficientes y algunos fueron enviados a reforzar el hospital pediátrico, lo que ha sobrecargado a los pocos galenos que quedan. “Luego no se quejen cuando agotados, enfermos, desesperados, decidan pedir la baja”. Y concluyó: “Por favor, no hablen más de ‘compleja situación’ ni de ‘brotes’. Esto se llama EPIDEMIA. Pidan refuerzos, declaren emergencia, asuman su responsabilidad”.
Por favor, no hablen más de ‘compleja situación’ ni de ‘brotes’. Esto se llama EPIDEMIA. Pidan refuerzos, declaren emergencia, asuman su responsabilidad
Facebook / Alina Bárbara López HernándezLa versión oficial: sin muertos, sin colapso
El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología, declaró el 8 de octubre que “no se han reportado fallecidos” por los virus en circulación y que los hospitales no han colapsado. “La presión asistencial es alta, pero no hay fallecidos”, afirmó.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, reforzó esa versión en una reunión en Matanzas con autoridades del Partido Comunista. “No hay muertos en Matanzas por esta enfermedad. Ni hay casos graves ni críticos. Nadie puede esconder una epidemia ni los muertos”, declaró.
Ciudadanos y periodistas contradicen al MINSAP
Las declaraciones oficiales han generado una ola de reacciones críticas entre ciudadanos. “Doctor Durán, con el debido respeto… no se puede tapar el sol con un dedo. Sí están muriendo personas, niños, adultos mayores… Los hospitales dan asco, no hay ni para un análisis”, escribió una usuaria.
Otro internauta afirmó: “Ese hombre se para frente al pueblo a manipular cifras. Su trabajo debería ser exigirle al Gobierno y al Ministerio de Salud Pública que enfrenten esta situación”.
La periodista matancera Yirmara Torres Hernández, ex presidenta de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en Matanzas también rompió el silencio. “No hay muertos, pero los hay”, relatando la muerte de una vecina por chikungunya y denunciando que “vivimos en un estrés constante, que estamos mal alimentados, inmunodeprimidos… Las noches son de los mosquitos, las ratas, las cucarachas… ¿Qué control antivectorial va a haber así?”
“Lo que pasa es que duele el abandono. Lo que pasa es que duele que insulten tu inteligencia. Lo que pasa es que duele la burla”, sentenció.
Una voz que no se calla
La trayectoria de Alina Bárbara López como intelectual crítica y activista la ha convertido en una de las voces más visibles del pensamiento disidente en Cuba.Fue expulsada de la UNEAC en 2024 por criticar abiertamente al régimen y ha sido víctima de detenciones, golpizas y campañas de descrédito.
Actualmente enfrenta una petición fiscal de cuatro años de trabajo correccional sin internamiento por supuestos delitos de “desacato, desobediencia y atentado”, tras haber sido arrestada cuando se dirigía a una protesta pacífica.
En ese contexto, sus palabras tienen un peso especial. “El ministro intentó sonar tranquilo, pero orientó a la visita ministerial de Salud que permaneciera más tiempo del previsto”, reveló en su publicación.
Frente al silencio institucional, la desconfianza social y la precariedad sanitaria, López no dejó lugar a dudas: “Esto se llama EPIDEMIA”.
Preguntas frecuentes sobre la crisis sanitaria en Matanzas, Cuba¿Qué está ocurriendo en Matanzas con respecto a la crisis sanitaria?
Matanzas enfrenta una grave crisis sanitaria debido a un brote de arbovirosis, incluyendo chikungunya, dengue y virus de Oropouche. Las autoridades han sido acusadas de ocultar la gravedad de la situación, mientras que los ciudadanos denuncian un colapso en el sistema de salud. La crisis se ha visto agravada por la falta de medicamentos y recursos básicos, así como por la deficiente fumigación para controlar el mosquito transmisor.
¿Por qué se acusa al gobierno cubano de desinformación sobre la epidemia en Matanzas?
Intelectuales y ciudadanos han denunciado que el gobierno cubano está manipulando y ocultando información sobre las muertes y la gravedad de la epidemia. A pesar de las evidencias de colapso en hospitales y testimonios de fallecimientos, las autoridades insisten en que no hay muertos ni casos críticos, lo que genera desconfianza y malestar en la población.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno para enfrentar la crisis sanitaria en Matanzas?
El gobierno cubano ha habilitado un centro anexo para atender el aumento de casos febriles, y ha anunciado medidas como la incorporación de estudiantes de Ciencias Médicas para la pesquisa y fumigación. Sin embargo, estas acciones son consideradas insuficientes ante la magnitud de la crisis, y la falta de recursos limita significativamente la efectividad de dichas medidas.
¿Cuál es la posición de los ciudadanos y periodistas sobre la situación en Matanzas?
Ciudadanos y periodistas, incluso dentro del oficialismo, han expresado su rechazo al manejo del gobierno respecto a la crisis sanitaria. Denuncian la falta de transparencia, la escasez de medicamentos y la insuficiencia de medidas efectivas para controlar la epidemia. El descontento se manifiesta en redes sociales, donde se exige al gobierno que asuma su responsabilidad y declare la emergencia sanitaria.