El 2026 promete ser un año de muchos cambios y novedades en la Fórmula 1, puesto que van a entrar en juego las nuevas regulaciones que pueden complicar y mucho lo que se vayan a encontrar los pilotos en la pista. Los equipos llevan años pensando en como adaptarse a ellas y es muy probable que los coches sean muy diferentes. Así como que el equilibrio de poder que hemos tenido en las pasadas temporadas se parezca bastante poco al que rija el ‘Gran Circo’ desde marzo del próximo año. El que mejor se adapte ganará y por eso hay escuderías que son muy optimistas pese a no pasar actualmente por su mejor momento.
En este grupo de soñadores destaca un equipo por encima del resto, Aston Martin. Los de Silverstone han fichado mucho talento para el equipo de desarrollo, tanto que es probable que ahora mismo no haya una fábrica con el nivel de mentes brillantes que manejan. La que brilla por encima de todos es Adrian Newey, que está diseñando el coche que puede llevarles a la gloria. Pero además del ex de Red Bull han llegado muchos más, destacando sobre todo a Enrico Cardile, que tras unos años en Ferrari será uno de los referentes de la nueva máquina.
La apuesta es clara
El italiano es uno de los ingenieros con más pedigrí del paddock y ha confesado que el optimismo en torno a lo que están creando es muy alto. Cardile ha dejado claro que lo van a hacer bien el año que viene». Tanto que para él en estos momentos, si mira a lo que viene, «el fracaso no es una opción». Sobre todo porque la apuesta que están haciendo es mastodóntica. Sobre todo al tener tanto talento junto y que más allá de eso, se está entendiendo a la perfección. «No supone ningún problema tener a todos estos buenos ingenieros en el mismo edificio, trabajando juntos. Todos tienen un cometido claro, y nadie intenta hacer el trabajo de los demás».
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También porque tienen las mejores máquinas a su alcance, por ejemplo el nuevo túnel de viento, una «obra de arte» que les va a llevar al siguiente nivel. Por eso mismo Fernando Alonso puede estar más que contento, ya que va a tener un coche que, si nada se tuerce, le va a permitir pelear de tú a tú con cualquier piloto o equipo que se proponga, algo que hace muchos años que no disfruta en su carrera.