Tan solo se han disputado dos jornadas en la Liga Endesa y ya son suficientes para saber que el UCAM Murcia CB es un equipo sólido. Ya deben de ser fuertes las rachas de viento para tambalear a un conjunto universitario que ha sabido rehacerse en su primer partido fuera de casa de la temporada hasta lograr una victoria que parece cómoda si solo se tiene en cuenta el marcador (71-93).
Porque los de Sito Alonso ya saben lo que es ganar en casa y fuera en este arranque de curso en la ACB. Y lo saben porque han sabido aguantar el chaparrón durante varios minutos ante el Bàsquet Girona en Fontajau. No les ha importando mojarse si era necesario, ni tampoco sacar el paraguas. Supieron rehacerse a un parcial de salida de 10-2 sin perder la compostura en defensa y mantener la calma en ataque cuando al descanso presentaba un 3/19 en triples y solo tres asistencias.
Se rehizo el equipo murciano a tal nivel, especialmente en un brillante último cuarto, que acabó gestionando un partido igualado en apenas cinco minutos. Los primeros de un último cuarto en el que los triples de Hicks y Forrest le permitieron sacar la cabeza tras un tercer cuarto en el que el Girona le puso contra las cuerdas en dos ocasiones, al recortar la distancia en tan solo un punto de diferencia (52-53) cuando los universitarios llegaron a ir tener ocho en su bolsillo.
Tanto DeJulius como Forrest, a los que les costó aparecer tanto en defensa como en ataque en la primera hora de partido, irrumpieron en un último cuarto en el que el segundo acabó destacando en la anotación con 16 puntos en su casillero. Sin embargo, otra vez la fortaleza de equipo mostrada por el UCAM fue lo que le permitió contar con una victoria holgada que, a la espera del cierre de la jornada, le permitirá mantener el liderato con casi total seguridad en esta segunda semana de competición.

El base Michael Forrest, máximo anotador del UCAM con 16 puntos en el partido. / acb Photo / Sergi Geronès
El pívot Devontae Cacok, con 11 puntos y 7 rebotes, fue otro de los más destacados en las estadísticas junto a DeJulius (11), Radebaugh (10), Ennis (11) y Nakic (10).
Sin acierto exterior
Arrancó el partido un UCAM Murcia sorprendido por la defensa del Girona en algunas acciones, pero lastrado también por su falta de acierto. Y es que el conjunto universitario cerró el primer cuarto sin poder anotar un triple de los trece que intentó durante este periodo, aunque eso no le impidió cerrarlo cerca de su rival en el marcador finalmente. A los cinco minutos ya eran cinco los lanzamientos de tres intentados por los de Sito Alonso. Un Sito Alonso que tuvo que pararlo con tiempo muerto tras el 10-2 de parcial al no poder frenar a un rival que, si bien tampoco contaba con un porcentaje alto de acierto, parecía tener más claro lo que quería hacer sobre el parqué. Con las rotaciones el UCAM consiguió cambiarle el guion a este arranque. El empuje de Raieste y Falk, junto a Radebaugh y Cacok, hizo más daño al cuadro catalán y logró salir casi sin daños de unos primeros diez minutos en los que quedaban cosas por ajustar pese al parcial de 2-8 con el que consiguió reaccionar (12-10).
Pasa el chaparrón
Continuaban sin entrar los triples que lanzaba el UCAM, pero al menos consiguió tomar la iniciativa en el marcador (12-14). Fue entonces cuando comenzó a mostrarse más cómodo el equipo murciano, especialmente un Michael Forrest que comenzó a hacer daño y a quitarle el tapón al aro desde el perímetro con triple en el que sacó el adicional (14-18). Además, después de aguantar el chaparrón inicial, el UCAM fue tomando el control del partido, lo que obligó a Moncho Fernández ahora a solicitar tiempo muerto (14-20). Surtió efecto en el Girona esta pausa, con las canastas de Hollanders y Geben, fabricando errores en el juego universitario a cinco minutos para el descanso (21-23). El UCAM debía sacar la cabeza de nuevo y aprovechó que su rival se encontraba en bonus para acudir al tiro libre durante este tramo del encuentro. Ennis respondió desde el triple a Vildoza en un intercambio de canastas que parecía abrir un nuevo partido a lo ofrecido hasta entonces y donde el escolta comenzó a ser más incisivo (24-32). Eso sí, a un minuto para finalizar el cuarto apareció de nuevo Hughes para que Sito Alonso tuviera que pararlo y poner el foco en los triples recibidos (28-32). Le costó al UCAM ponerle el cierre a estos últimos segundos, pero obtuvo la guinda con un triple de Sant-Roos desde el centro del campo sobre la bocina (30-36).

David DeJulius, base del UCAM Murcia, durante el encuentro. / acb Photo / Sergi Geronès
Cambio de guion
El tercer cuarto fue una completa montaña rusa para un UCAM Murcia que consiguió esquivar otro golpe del Bàsquet Girona. Entró bien en una segunda mitad en la que el conjunto de Moncho Fernández intentó subir un peldaño más en su juego e incomodar a los universitarios, pero las canastas de Cacok, Sant-Roos, Nakic y un incisivo Dylan Ennis, anotando desde el tiro libre una falta más otra técnica, dieron uan ventaja de ocho puntos a los de Sito Alonso (38-46). Sin embargo, era otro partido distinto a lo ofrecido hasta ahora. Mucho más trabado por la cantidad de faltas cometidas, con un Girona con una presión alta y una defensa en zona por momentos para aprovechar la falta de acierto visitante desde el triple. Fue así como consiguió hacerse con las riendas. Con Needham imponiéndose desde el base, acudiendo en varias acciones consecutivas a un tiro libre en el que no erraba y un Hughes siempre acertado cuando llegaba su momento. Así se acercó el Girona, con un peligroso 49-50 en el marcador y después un 52-53 que hacía temer lo peor para le UCAM. Sin embargo, apareció Hicks al rescate con su primer triple en la ACB para abrir brecha. Una brecha que fue un soplo de aire fresco para los universitarios al sumarse también Forrest y cerrar el cuarto con ventaja (52-59).
El UCAM vuelve a sacar el rodillo
Los triples de Sergi Martínez, Forrest y Hughes dispararon el marcador en los primeros compases de la fase decisiva del encuentro. Y ahí se sumó el poderío del UCAM por dentro, con Raieste y Cacok, para conseguir una ventaja de diez puntos que tuvo que parar Moncho Fernández con tiempo muerto (58-68). Aún no lo sabía, pero fue entonces cuando el UCAM sentenció el partido. Juan Fernández se marchó eliminado tras un rifirrafe con Cacok en un bloqueo, que acabó con antideportiva para ambos y una técnica que transformó Nakic, y los universitarios pusieron su velocidad de crucero de la primera jornada. Su porcentaje de acierto desde el triple en este cuarto fue del 55%, con seis convertidos de once intentos, y un DeJulius desatado a cinco minutos para el final (60-79). Lo intentó cortar con tiempo muerto Moncho Fernández, pero ya fu imposible. El parcial de 8-20 era una losa demasiada pesada para los locales y el UCAM gestionó estos minutos sin quitar el pie del acelerador ni un solo segundo (71-93).