El CB Zamora volvía este sábado al Ángel Nieto por segunda semana consecutiva, y en busca del tercer triunfo para seguir mostrando sus credenciales de aspirar a todo en este curso del que, si bien se ha disputado una ínfima parte, los de Saulo Hernández ya han demostrado que quieren dejar huella. Con dos victorias consecutivas, los zamoranos recibían a Ourense en busca de un tercer triunfo que los afianzara en la zona noble de la clasificación.

Con esa premisa saltaban los elegidos por Saulo Hernández para formar parte del róster y con la idea de llevar la intensidad por bandera desde los primeros compases del encuentro. Y así fue. Tras el salto inicial de Jonas, los locales mostraron su garra, su identidad y su compromiso para con el club y para con la afición; no obstante, el combinado gallego también dio muestras rápidamente de que no había llegado a Zamora a hacer turismo.

Los zamoranos se encomendaron una vez más a Ty Roberts como ‘líbero’ y al potencial anotador de un inspirado Van Zegeren quien, si bien erró sus dos primeros tiros libres, verlo fallar durante el resto del partido se convirtió en anecdótico. Finalmente, el resultado al término del primer cuarto fue fiel reflejo de la igualdad que se vio sobre la tarima del feudo zamorano con un ajustado 22-24 favorable a los intereses visitantes.

Durante el segundo cuarto, los visitantes metieron una marcha más y los locales sufrieron una pequeña desconexión, que se sumó a alguna decisión controvertida del trío arbitral, lo que motivó el desconento tanto sobre la tarima, como desde el graderío del Ángel Nieto. Sin embargo, la hinchada local no paró de jalear a los suyos en pos de la remontada. Finalmente, el marcador al término de la primera mitad de encuentro reflejaba un 40-49 favorable a los intereses ourensanos.

Comenzaba la segunda mitad con la misma tónica con la que finalizó la primera, con un Ourense que apenas hacía concesiones atrás, y que era un puñal en la mitad de cancha local. Comandados por Lisboa y Jürgens, los ourensanos no daban opción a un CB Zamora que, pese a todo, no bajaba los brazos y dejaba claro que no iba a vender barata su piel. La diferencia era superaba ya la veintena de puntos y el CB Zamora se veía superado en prácticamente todos los aspectos del juego, mientras Ourense no levantaba el pie del acelerador. Al término del tercer cuarto, la diferencia era de 16 tantos, con un 59 – 74 favorable a los visitantes.

Todo estaba por decidir en el último cuarto, pues todo puede cambiar mucho en baloncesto en apenas un instante. Sin embargo, los locales veían, si bien no imposible, sí complicada la remontada. El margen era amplio y el nivel del rival, muy alto. Pese a todo, los de Saulo Hernández no iban a bajar los brazos e iban a pelear hasta el final. Un buen parcial durante el último cuarto dio alas al Ángel Nieto para hacer resonar el ‘Sí se puede’.

Quedaba poco más de la mitad del último cuarto y el CB Zamora atravesaba sus mejores minutos del encuentro. Había logrado reducir la ventaja hastsa los 7 puntos, 73 – 80, y el Ángel Nieto creía. El tiempo pasaba y el conjunto Ourensano había vuelto a crecer y, con él, la diferencia en el electrónico. Siete puntos entre ambos, y apenas 80 segundos por delante para poder darle la vuelta a la situación. El crono jugaba contra los intereses de los pupilos de Saulo Hernández y, finalmente, la desventaja se hizo inabarcable y el marcador reflejaba un 84 – 94 a favor de los visitantes. El CB Zamora no dejó de intentarlo, pero Ourense fue superior en varias fases del partido y la victoria zarpaba rumbo a tierras gallegas.