Ficha del festejo

Ganado: se lidiaron seis novillos de Fuente Ymbro, bien presentados. Primero inválido. Segundo desordenado pero manejable. Tercero rebrincado. Cuarto sin clase y rebrincado. Quinto manejable, aplaudido en el arrastre. Sexto manejable aunque falto de calidad.

Bruno Aloi (de teja y oro): estocada entera arriba (silencio); estocada entera arriba (silencio tras aviso).

El Mene (de tabaco y oro): estocada entera arriba (ovación con saludos tras aviso); dos pinchazos y dos descabellos (ovación con saludos).

Pedro Luis (de azul añil y oro): estocada entera arriba (silencio tras dos avisos); pinchazo, pinchazo hondo (silencio tras aviso).

Plaza de toros: Las Ventas de Madrid. Quinto festejo de la Feria de Otoño. Novillada con picadores. 19.916 espectadores.

Le faltó bravura y calidad a la novillada de Fuente Ymbro, ante la que una terna internacional mostró disposición sin opciones de triunfo, más allá de las dos ovaciones que saludó el Mene, mientras Bruno Aloi y Pedro Luis fueron silenciados.

El primero, que no había mostrado entrega en el capote, pasó mucho tiempo debajo del peto de Teo Caballero y quedó inválido para el último tercio, en el que nada pudo hacer Bruno Aloi.

Al desabrido cuarto, ayuno de clase y rajado, el mexicano le aguantó coladas y punteos. Todo ello en pos de evidenciar disposición, como mostró. Al final no se libró de la voltereta en el epílogo de la faena, aunque esta podría haber llegado antes en cualquier serie. Se escapó de la cornada, pero no del aviso.

En el segundo, un decidido el Mene quiso lucirse a la verónica, con más garra que templanza. El laborioso tercio de varas preludió una dilatada faena de muleta, firme, con algunos chispazos en forma de trincherazos y algún natural de buen son, pero que no tomó altura. Eso sí, dejó un magnífico volapié y saludó una tibia ovación.

Los lances algo rapidillos del zaragozano al manejable quinto levantaron palmas, lo cual, tal y como iba la tarde, ya era algo. Y siguieron las palmas, en categoría de ovación, tras el ilusionante y muy torero inicio de faena de muleta, con cambios de mano y trincherillas de gran sabor. Sin embargo, aunque con algún pasaje reseñable, de buen concepto, el trasteo de El Mene no cuajó, además de marrar con la espada.

Pedro Luis se las vio con un tercer novillo rebrincado, reservón y con nervio. El peruano ofreció disposición, asentamiento y largo metraje, sin alcanzar brillar con continuidad, llegando a recibir dos avisos, a pesar de matar a la primera.

Al sexto lo recibió a portagayola, mas el Fuente Ymbro, que no fue malo ni bueno, dejó estar a un Pedro Luis entregado, queriendo hacer muchas cosas sin alcanzar el triunfo por las desiguales acometidas de su antagonista, que lo volteó sin consecuencias estando a punto de doblar.