Rafael Rullán se debió sentir orgulloso del homenaje que le rindió este sábado Sóller. Incluso para un hombre tan discreto y reservado como él le tuvo que llenar de alegría ver reunidos a su actual mujer, Belén Sanz; sus hermanos, Ramón y Fernando, y sus hijos, Jorge y el pequeño Javier. Y seguro que también mostró una sonrisa allá donde esté, Jaime, el vástago fallecido en 1990 mientras jugaba a baloncesto en Madrid.
Los diversos actos vividos en el polideportivo Son Angelats estaban organizados por la Fundació FEBIB 1935 y contó con la colaboración imprescindible de las Leyendas de Baloncesto del Real Madrid con históricos de la talla de Juan Antonio Corbalán, Fernando Romay o Felipe Reyes. Los tres mitos blancos se deshicieron en elogios hacia Rullán del que destacaron tanto su calidad deportiva como humana.
Juanjo Talens, Belén Sanz, Nadal, los hijos de Rafa Rullán, Jorge y Javier, y José Manuel Rodríguez Uribes, descubriendo la placa en homenaje a la leyenda madridista.
El pivot gallego fue el encargado de amenizar un encuentro con los más jóvenes, a los que transmitió los valores de esfuerzo, compañerismo, sacrificio y trabajo en equipo como elementos imprescindibles para tener un futuro no sólo en el mundo de la canasta, sino en la vida en general. Romay fue también el encargado de entregar a la viuda y los hijos del mítico ‘12’ blanco una camiseta y una foto enmarcada de la final de la Copa de Europa de 1980 contra el Maccabi en la que el mallorquín fue el mejor con 27 puntos y clave para que el Real Madrid lograra su séptimo entorchado continental.
Después llegó el momento de la acción con un partido entre los veteranos del Joventut Mariana con Juan Domingo de la Cruz en el banquillo mallorquín y Juan Antonio Corbalán en el de las leyendas del Real Madrid. El resultado de 66-41 demostró que quien tuvo, retuvo, con un Felipe Reyes dominador en ambas canastas.
Llegaba el momento del homenaje oficial con la presencia del secretario de Estado para el deporte, José Manuel Rodríguez Uribes. Un vídeo presentado de forma emotiva por Toni García resumía la carrera de Rullán aderezada con diversas instantáneas de sus veranos en el el Port de Sóller. Rodríguez Uribes expresó que «Rullán fue uno de los pioneros del baloncesto que nos enganchó a los que no somos jóvenes pero tampoco muy mayores al deporte del baloncesto y él fue un referente en la transmisión de los valores de los que se ha hablado hoy aquí».
Fernando Romay, bromeando junto a los exjugadores del Joventut Mariana.
Belén Sanz quiso agradecer en unas emocionadas palabras «todo el cariño que he recibido durante los días previos a la celebración de este homenaje». El último acto consistió en el descubrimiento de una placa a cargo de la viuda y los dos hijos de Rullán junto a las autoridades con varias fotos del jugador y una leyenda que dice: ‘Tu empuje no se borra, permanecen en la pista y el ánimo de Sóller’.