En otro tiempo, un sábado como este habría despertado al Sergio García más volcánico. Hoy en día se maneja de otra forma ante los micrófonos cuando el golf no le sonríe. No es pasotismo, es la capacidad de relativizar que aporta la madurez en un jugador que a los 45 años ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en este deporte. “Lo que tengo es lo que hay”, decía tras entregar un 69 (-2 para -3) que no le da para ser tenido en cuenta de cara al último asalto por el Open de España este domingo en el Real Club de Campo de Madrid.
Por tercera jornada consecutiva le tocó tapar vías de agua por los nueve primeros. La secuencia en los cinco primeros fue doble bogey-birdie-bogey-birdie-bogey. A partir de ahí enderezó el rumbo, y ya no se dejaría ningún golpe en una ruta en la que abrochó otros cuatro birdies, al 8, 12, 14 y 15. “Lo mejor ha sido hacer bajo par. Empiezas así y luego intentas pelear con todo lo que puedes. En ese aspecto bien. La verdad es que al principio no he jugado bien, pero también estaba bastante complicado. Hacía mucho viento. Los hoyos obviamente se complican mucho más cuando estás jugando así. Si encima no pegas buenos golpes, pues aún más difícil todavía», apuntaba con resignación.
Para cuando firmó la tarjeta, la parte alta de la tabla ya estaba en dobles dígitos, terreno al que este domingo solo podría aproximarse con una vuelta antológica. En cualquier caso, le queda algo a lo que aferrarse en este Open y es David Puig, uno de sus pupilos en los Fireballs del LIV, que al cierre de esta crónica formaba parte del top-10. “Tiene muchas cosas buenas. Es un gran jugador, que le pega bastante recto para lo fuerte que le da”, alababa al producto de La Garriga.
“Siempre que alguno de nosotros está ahí arriba es bonito. Y David la verdad es que se está acostumbrando a hacerlo muchas veces. Un poquito como con Tommy Fleetwood en Estados Unidos. Al final, cuando estas tantas veces ahí arriba, una de ellas acabará ganando. Esperemos que sea esta semana y si no, que sea la próxima”, pronosticó el de Borriol, que tras este Open de España necesita jugar dos torneos más del circuito europeo para cumplir con el mínimo que le permita mantener sus derechos de juego tal y como están ahora de cara a la próxima temporada. Eso, teniendo en cuenta que anda muy lejos de las plazas que dan acceso a las dos últimas citas del calendario, las que constituyen los playoffs, le obligaría a ir a India y a Corea las dos próximas semanas, cosa que no parece estar en sus planes.
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