Sábado, 11 de octubre 2025

| Actualizado 12/10/2025 10:38h.

Annie Hall, la excéntrica e inolvidable hippie que enamoró a millones de espectadores hace casi 50 años, se despide para siempre. El personaje estaba escrito ‘ex profeso’ por Woody Allen para Diane Keaton, que falleció este sábado a los 79 años dejando un exquisito legado en el séptimo arte y medio centenar de películas tras de sí. Hall era el verdadero apellido de Keaton y Annie su apodo, y por este rol pasará a la historia de la gran pantalla en letras doradas.

La muerte de la actriz fue desvelada anoche –sábado por la tarde en Estados Unidos– por la revista People, que, sin embargo, no dio a conocer las causas del fallecimiento ni más detalles al respecto. Por su parte, la familia solicitó respeto a la privacidad de un icono del cine que había seguido trabajando hasta hace escasos meses –su último título fue ‘Summer Camp’, del pasado 2024–.

Keaton ha sido el rostro de la    Nueva York cinematográfica de la segunda mitad del siglo XX y una de las más talentosas actrices estadounidenses de las últimas décadas. No era, sin embargo, neoyorquina, sino del extremo contrario del país. Nacida en Los Angeles en 1946, se dio prisa por escapar a la Gran Manzana a estudiar Interpretación y con 20 años ya se movía en el circuito de Broadway, donde figuró en el primer montaje del musical ‘Hair’ (1968). Pero su carrera comenzó a ascender cuando Allen la reclutó para la obra teatral ‘Sueños de un seductor’, su primera nominación a los premios Tony.

Y de ahí al cine, donde ejerció de musa de Allen –fueron pareja durante una breve etapa y, después, grandes amigos– y rostro principal en brillantes producciones como ‘Bananas’ o el melodrama ‘Manhattan’, cumbres ambas del cine del genio de Brooklyn. Basta decir que Keaton fue una de las pocas voces de Hollywood en salir en defensa del director cuando Mia Farrow, al calor del movimiento Mee Too en 2018, volvió a acusarlo de abuso sexual a su hija Dylan, denuncia desestimada por la justicia en los años 90.

Pero también desempeñó papeles más serios en títulos legendarios como las dos primeras partes de ‘El padrino’, en las que interpretó a la esposa de Michael Corleone, trabajos que le catapultaron a la fama a principios de los 70. Artista polifacética, se dedicó también a la fotografía, música, escritura… Y fue también guionista, productora y directora de cine. Ah, e icono de la moda, con un ‘look’ revolucionario en su época: ropa masculina ‘vintage’, corbatas, guantes, chalecos y pantalones holgados. Como muestra de su legado, basta decir que el American Film Institute la situó, junto a Katharine Hepburn, como la actriz con más títulos entre las 100 mejores películas de todos los tiempos.

Su vida privada fue también intensa y agitada en su juventud, con parejas como Allen, Al Pacino o Warren Beatty. Ninguno de ellos logró eclipsarla y con ninguno de ellos se casó. Fue, eso sí, madre de dos hijos adoptados, Dexter y Duke.

Keaton no estaba retirada, pero se había centrado en papeles más tranquilos en producciones amables en las que seguía brillando con su sentido del humor y sus excentricidades. Con ella se va, pocas semanas después de Robert Redford, otro de los grandes nombres del cine americano de las últimas décadas del siglo XX.

Reporta un error