Sin sacar el pecho, porque te lo hunden siempre, pero sin falsa modestia. El proyecto del Valencia Basket se ha ganado en la pista la … condición de ser uno de los más atractivos en la actualidad del baloncesto español. Algo de lo que te das cuenta cuando se viaja y se escucha a las aficiones rivales. Eso hace que los equipos te esperen para intentar jugar con el desgaste de la Euroliga pero que, también, permita tener más recursos para salir de los problemas. Algo que ocurría hace 30 años cuando un grande visitaba la Fonteta para medirse al Pamesa y que ahora ocurre al revés. Así de sencillo. El Breogán zarandeó a los taronja hasta el 41-26 pero ahí se activó el rodillo taronja. Ese que cree en su estilo de juego hasta las últimas consecuencias. Donde, y eso es lo que hace más peligrosos a los de Pedro Martínez, no se depende de dos o tres jugadores. Desde la máxima renta gallega, cuatro triples seguidos encendieron una mecha que estiró el parcial en los siguientes diez minutos de juego, hasta el ecuador del tercer cuarto, hasta un brutal 14-41. Quedaba mucho, pero con el 53-67 que cerró Reuvers con un triple ese golpe al mentón fue decisivo.

Sólo restaba aguantar el tirón ofensivo. Y esa es otra de las cualidades de este Valencia Basket, puesto que los rivales que quieren remontarle hacen cuentas cuando están en racha anotadora y mentalmente se agotan. Para ganar a los valencianos en días tan inspirados, 19 de 39 en triples, hay que irse mucho más allá de los 100 puntos. En Lugo hubieran sido necesarios exactamente 114. Los 113 en los que cerraron su cuenta los visitantes suponen su quinta mayor anotación fuera de casa en un partido de la ACB y la cuarta en un choque sin prórroga.

Con ocho jugadores en dobles dígitos de anotación, destacó Jaime Pradilla. Un ejemplo de aquello de creer en el modelo. El maño no había comenzado la temporada con buen tino en el triple pero sabe que un jugador en su posición dentro del modelo de Pedro Martínez no puede renunciar a tiros. Su 4 de 4 en triples supuso la mejor marca de su carrera y ayudó a otro hito. Los 22 puntos se convierten en su mayor anotación en los 309 partidos que acumula con el Valencia Basket. Se quedó a un punto de su mejor valoración, que sigue siendo 29.

En un partido de sonrisas, con una victoria que deja a los taronja como uno de los seis equipos que han comenzado con 2-0 la ACB, la peor noticia la dio Pedro Martínez en la sala de prensa. Con Iroergbu disputando su último partido de la Liga Endesa de taronja, para la cita de Lleida se nece

sita recuperar al menos un lesionado para tener una lista de 12. Todo apunta a que será López-Arostegui, que ya va a entrenar con el equipo, puesto que Sima «ha recaído de su lesión y es baja de larga duración», tal y como aseveró el técnico catalán a pregunta de este periódico. Con Montero, el plan es que comience a entrenar con el equipo pero será baja para los tres partidos de esta semana.

Al final del primer cuarto ya se intuyó algo del desenlace. Con un Valencia Basket en 7 pérdidas, el Breogán en 7 de 11 en triples y cogiendo 6 de los 9 rebotes que volaron sobre el aro rival… el 27-19 que reflejaba el marcador, lo que importa, era una diferencia muy corta para todos esos datos. Cuando despertaron los valencianos… no hubo color sobre la pista.

Río Breogán: Russell (7), Kurucs (17), Cook (10), Sakhho (3) y Dibba (3), cinco inicial, Brankovic (6), Apic (4), Alonso (19), Aranitovic (5), Andric (6) y Mavra (10).

Valencia Basket: De Larrea (10), Badio (15), Taylor (2), Pradilla (22) y Reuvers (11), cinco inicial, Puerto (10), Nogués (-), Moore (14), Sako (10), Thompson (12), Iroegbu (2) y Costello (5).

Parciales: 27-19, 20-35 (47-54), 27-30 (74-84) y 16-29 (90-113).

Árbitros: Martín Caballero, Sergio Manuel y Carlos Merino.

Incidencias: 5.298 espectadores.