¿Qué se puede encontrar de nuevo sobre la vida de Federico Moura en un libro? Desde mediados de los 90, pero en especial en los últimos diez años, vieron la luz ensayos, memorias y compilaciones de entrevistas que recrean la figura del líder de Virus, que rigió la banda desde su fundación hasta su muerte, en diciembre de 1988. Sin embargo, Perfecto hermoso veloz luminoso. La vida de Federico Moura, de Gustavo Bove es un nuevo viaje por la vida del cantante: aporta miradas, datos, ángulos y detalles poco recorridos.
La publicación coincide con un nuevo aniversario del nacimiento del artista, sucedido el 23 de octubre de 1951 en Berisso, y con los 40 años del lanzamiento de Locura, el disco que lo consagró junto a la banda, que vendió más de 200.000 copias, que los llevó de gira por América Latina y que tiene temas aún vigentes, como “Una luna de miel en la mano” y “Pronta entrega”.
Con prólogo de Renata Schussheim, amiga personal de Moura y creadora en algunas de las puestas escénicas de la banda, el nuevo libro de Bove (ha publicado biografías sobre Gustavo Cerati y Miguel Mateos) sirve como una diagonal para ingresar a la vida y obra del cantante platense. “Este libro está encarado absolutamente desde Federico, de hecho termina con su muerte. Si bien Virus era una parte muy importante de su vida, creo que hacía falta una biografía del personaje Federico, más allá de la banda”, cuenta el autor a Ñ.
«Perfecto hermoso veloz luminoso», de Gustavo Bove (Sudamericana, $24.999).
La obra, que no sigue un orden cronológico, comienza con la relación entre el líder de Virus y Soda Stereo: en 1984, produjo el primer disco de la banda liderada por Gustavo Cerati. Zeta Bosio reconoce que el trío al principio lo aceptó con reticencia y que además tenían “una cosa de celos con los Virus”. Los vínculos entre las dos bandas y la influencia de del grupo platense sobre el trío se plasman en el libro. De hecho, se aborda cómo la impronta de Federico Moura alimentó a Cerati: “Gustavo aprendió mucho de Federico”, asume Zeta.
Bove describe los años iniciales de Moura, sus casas en La Plata, su familia, sus cinco hermanos, el fútbol como pasatiempo, el rugby como deporte «en serio», el estudio y un primer viaje a Europa en barco. Ya en la Argentina, y tras unos escarceos musicales, la vida de Moura se entreteje con el mundo de la moda. El libro reconstruye la creación del local y marca de ropa “Limbo”, en la porteña Galería Jardín, y la indumentaria diseñada por él, además de los desfiles que organizaba.
El periodista Gustavo Bove, en 2018.
Vida secreta
La vida privada de Federico Moura siempre estuvo teñida de cierto misterio. En buena medida por el perfil del artista, que jamás hablaba de su esfera íntima y nunca mencionó su homosexualidad. De hecho, en distintas entrevistas rechazaba que Virus hiciese “rock gay”.
El libro de Bove indaga en esa faceta y refiere que alrededor de los 20 años, al regresar de aquel viaje a Europa, Federico dejó a una novia histórica y reveló su condición sexual dentro de su círculo más cercano. Su apariencia con toques andróginos, la ambigüedad y la estética de la banda hacían que fuera atacado muchas veces por el público, por algunos músicos y a veces hasta por la prensa.
“Flaquito puto”, le decía Luca Prodan a Moura, cuando se cruzaban por San Telmo, según recuerda en el libro Cristian Trincado, célebre DJ y amigo personal del cantante de Virus. Piltrafa, cantante de Los Violadores, había criticado “la luna de miel de los maricones”. Esas situaciones iban a la par del crecimiento de la banda, que por esos años descollaba en las radios y en convocatoria, desde su debut en enero de 1981, en el Club Atenas de La Plata.
«Locura», de Virus, se lanzó el 25 de octubre de 1985, hace 40 años.
Sucesor de Relax, lanzado en 1984, Locura, el quinto disco del grupo, del que se cumplen 40 años, continuaba y profundizaba el sonido pop con predominio de teclados y sintetizadores. Quizá sea, dentro del rock/pop nacional, el primero en donde reina una sensualidad ambigua. “Una luna de miel en la mano”, tal como señaló en varias ocasiones el autor de la letra, el artista plástico Eduardo Costa, alude a la masturbación, encriptada en frases como “caramelos de miel entre tus manos/te prometo una cita ideal/adorando la vitalidad”. “Pronta entrega” es más explícita y, a la vez, como en muchas canciones de Virus, no hay marcas de género masculino o femenino; “Sin disfraz”, por su parte, con letra de Roberto Jacoby, crepita en la misma temperatura y contiene una rima (“en taxi voy/Hotel Savoy”) en la que se puede imaginar un guiño gay.
“Tomo lo que encuentro” también se balancea hasta decantar en varias lecturas, que pueden ir sobre el amor, el sexo, las drogas o ensoñaciones, e incluye una sorprendente rima entre “Lelouch” y “rouge”. “Pecados para dos”, aparte de su nombre, “tiene algo de prohibido”, tal como señaló el propio Moura a la desaparecida revista Cantarock.
“Locura es uno de los más grandes discos de la historia, no solo de la música popular argentina, sino del rock hispanohablante. Es un disco que aportó un toque de finura y buen gusto total a lo que es el rock. La dupla Federico Moura-Roberto Jacoby siempre tuvo calidad pero en ese disco logran una perfección”, asegura Bove.
Dice Jacoby a Ñ, recordando a ese disco : “No era uno que lo hubiese trabajado conceptualmente, como sí lo fueron ‘Recrudece’ o ‘Superficies de placer’, pero tiene muy buenas canciones. Recuerdo la etapa de componer canciones con Federico para ese disco como algo muy festivo, era encontrarse y divertirse, un encuentro de amigos, inventar algo y reírnos.”
Federico Moura falleció a los 37 años.
El adiós
Perfecto, hermoso… introduce también en la vivencia de los últimos años de la vida de Moura, portador de HIV. Bove cuenta con realismo esa etapa. Al mismo tiempo, esa situación bañaba de una intensidad muy particular a todo el disco Superficies de placer. Federico no llegó a poder grabar el trabajo siguiente, y tuvo que delegar la voz en su hermano Marcelo, quien hasta el día de hoy continúa en ese rol en la banda.
¿Qué sucedió para que una figura como la de Federico Moura haya crecido cada vez más, pese a que murió hace más de 35 años? ¿Qué ocurrió para que él y el grupo, tildados en su momento de “putos”, “chetos”, “frívolos” y “comerciales” fueran reivindicados en libros, discos tributo y homenajes? Explica Bove: “Las bandas fueron tomando su legado. Muchos dicen que los 80 terminaron con su muerte, pero para mí abrió un capítulo nuevo en la historia de la música popular argentina. Bandas como Miranda, Los Látigos, Adicta y Babasónicos no serían lo mismo de no haber escuchado a Federico y a Virus.”
Jacoby, que había conocido a Moura en los tempranos 70, considera: “El mundo cambió mucho, la juventud cambió, y Virus era un grupo de vanguardia. El tiempo se acomodó a Virus y a Federico. Como una especie de paradoja, el brillo de la figura de Federico Moura se enciende con más intensidad a medida que se alejan los años de su vida física».