En la Fórmula 1, las tensiones suelen explotar detrás de los micrófonos, pero esta vez, el rumor llegó desde el interior del paddock. Lo que empezó como una queja aislada de Franco Colapinto, terminó resonando cada vez más fuerte en la voz de Pierre Gasly, abriendo una grieta inesperada dentro del team francés. Por lo tanto, luego del Gran Premio de Singapur, las miradas ya no apuntan al cronómetro, sino a lo que está pasando puertas adentro.

En este contexto, la última carrera de la F1 prometía ser un gran desafío debido a las condiciones climáticas: calor sofocante, humedad extrema y una pista que castiga hasta el más mínimo error. Sin embargo, para los pilotos de Alpine, el verdadero problema no vino de afuera, sino directamente desde su garaje. Por lo tanto, mientras otros luchaban contra la temperatura, Gasly y Colapinto lidiaban con algo más frustrante: un auto que no les permite competir.

Asimismo, las quejas que comenzaron como murmuraciones internas salieron a la luz con crudeza después de una carrera que dejó más interrogantes que certezas en la escudería francesa. Y lo que era una interna deportiva, hoy es un foco de tensión pública en la máxima categoría del automovilismo mundial.

Pierre Gasly desencantado

El piloto francés, Pierre Gasly, no ocultó su bronca tras un fin de semana para el olvido. Obligado a largar desde el pitlane, es decir, desde un carril paralelo a la pista, por un problema técnico, finalizó la jornada en el puesto 19, sin ritmo, sin opciones y sin consuelo. Por lo tanto, explicó que fueron demasiado lentos como para que la carrera fuera exigente físicamente.

Asimismo, con un gesto cansado, Gasly expuso que los últimos GP no han sido los suficientemente buenos, aunque si bien el coche no es competitivo, la sensación que prevalece es que como equipo no están logrando que todo encaje. Asimismo, esta frase expone un problema estructural en la escudería, mucho más allá de una mala jornada.

No obstante, el resumen de su carrera fue aún más lapidario, ya que expresó que estuvo atrapado detrás del alerón trasero de uno de los coches durante 50 vueltas, por lo que dio a entender que fue una de sus carreras más aburridas de la temporada. 

Colapinto, firme ante la tormenta

Sin embargo, del otro lado del box, se encuentra el argentino Franco Colapinto, quien también se mostró descontento. Aunque su resultado fue más decoroso, ya que terminó en el puesto número 16, las sensaciones fueron similares a las de su compañero de equipo: frustración, impotencia y una certeza incómoda: el Alpine no responde.

En este sentido, el joven corredor albiceleste aseguró que “es muy frustrante cuando te pasan y no podés hacer nada, es muy complicado”, dando a entender que en una carrera muy larga, dio más de 50 vueltas con neumáticos medios, que luego de 15 vueltas ya no daban más. Si bien reconoce que hizo lo mejor que pudo en todo momento, no le salió nada de lo planeado.

¿Es el inicio de una fractura?

Ahora bien, la tensión entre ambos corredores, que por ahora mantienen un tono profesional, crece a medida que el auto no responde y los resultados no llegan. Con Flavio Briatore ya pensando en la temporada 2026 y mencionando que la decisión de la segunda butaca estará entre el argentino y Paul Aron, cada carrera se vuelve una audición.

Sin embargo, Pierre Gasly, con ocho temporadas encima, parece haber perdido algo del respaldo interno. Mientras que Franco Colapinto, aún sin su lugar garantizado, avanza desde atrás y gana terreno no solo en la pista, sino también en la percepción pública. Por lo tanto, mientras Alpine se hunde en la tabla, su mayor batalla se libra adentro: dos pilotos, un asiento y un monoplaza que no está a la altura de ninguno. ¿Cómo seguirá la historia de Alpine?