
Neumólogos y médicos de Familia insisten en vacunarse también de COVID y neumococo
Si bien los menores ya han podido protegerse de la gripe, este 14 de octubre arranca la vacunación para los adultos en Castilla-La Mancha. Y llega con la recomendación de los neumólogos y los médicos de Familia, que insisten en que los mayores se vacunen también del neumococo y del COVID.
La posibilidad de vacunarse se mantendrá hasta el mes de marzo.
«Cada dosis administrada evita complicaciones, salva vidas y libera recursos. Vacunarse es un acto de responsabilidad individual y colectiva»
Para vacunarse de la gripe, los interesados solamente tienen que ponerse en contacto con su centro de salud y coger cita con enfermería. Está especialmente recomendada para personal sanitario; pacientes inmunodeprimidos
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la Asociación Española de Vacunología (AEV) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) hacen un llamamiento conjunto a la población para reforzar la vacunación frente a la gripe, la COVID-19 y el neumococo, especialmente entre las personas mayores, los grupos de riesgo y los profesionales sanitarios.
Con el inicio de la temporada de infecciones respiratorias, recuerdan la importancia de mantener una adecuada cobertura vacunal para reducir complicaciones graves, ingresos hospitalarios y mortalidad asociada a estas enfermedades.
Los profesionales sanitarios subrayan también su responsabilidad en la promoción de la vacunación. En este sentido, instan a recomendar la vacunación a los pacientes de riesgo en cualquier ámbito asistencial -hospitalario, ambulatorio o de urgencias-, e incluir una mención expresa en las notas de alta hospitalaria o informes clínicos cuando corresponda.
El personal sanitario, prioritario
Asimismo, deben vacunarse ellos mismos, como personal con riesgo aumentado de contraer y transmitir infecciones respiratorias. La inmunización del profesional sanitario protege también a sus pacientes, especialmente a los más vulnerables.
Las sociedades científicas recuerdan que la vacunación no solo protege individualmente, sino que reduce la transmisión comunitaria de virus respiratorios y alivia la presión asistencial durante los meses de mayor incidencia, contribuyendo a un sistema sanitario más resiliente y sostenible.
«Cada dosis administrada evita complicaciones, salva vidas y libera recursos. Vacunarse es un acto de responsabilidad individual y colectiva», concluyen los experos.


