Sara Carbonero (41 años) está viviendo un momento personal y profesional sereno, cargado de estabilidad. A su historia de amor con el empresario canario José Luis Cabrera -romance que, según confirma EL ESPAÑOL, va sobre ruedas-, se une un trance profesional inmejorable.
Carbonero, junto a su gran amiga, Isabel Jiménez (43), está centrada en la expansión internacional de Slowlove, la firma de moda de la que es cofundadora y que este año 2025 cumple una década de éxito y solvencia. En paralelo, Sara afronta un reto literario sin igual.
Está escribiendo su primer libro, una obra en la que la exmujer de Iker Casillas (44) volcará distintas «reflexiones» sobre la vida. Así se traslada a EL ESPAÑOL. Se trata de un proyecto en el que lleva trabajando bastante tiempo, aunque al principio sin ninguna pretensión.


Sara Carbonero en un acto público en mayo de 2025, en Madrid.
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«No habrá detalles autobiográficos al uso«, explica quien bien conoce los detalles de este proyecto que, de momento, Sara sólo ha dado a conocer a un grupo muy reducido de personas. Habrá referencias personales, sí, pero no de manera explícita.
Por lo tanto, que nadie espere que Sara aborde cuestiones relacionadas directamente con su vida familiar, ni, por supuesto, se hablará de su divorcio. «Nunca lo ha hecho ni lo va a hacer ahora. Sería algo incongruente y la coherencia es el sino en la vida de Sara«.
Su intención es «ayudar a los demás», darles herramientas para afrontar diferentes contratiempos de la vida. Explica una fuente de total solvencia que no es la primera vez que Carbonero ha sido tentada para publicar un libro.
De acuerdo a los tiempos que controla este periódico, será el año que viene, en 2026, «a principios», cuando vea la luz esta obra, la cual todavía no tiene ni editorial cerrada ni siquiera título. Sara afronta esta etapa con gran responsabilidad.

Sara y José Luis paseando por Madrid, el pasado 28 de marzo.
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También con evidente nerviosismo. Cuenta alguien próximo a Sara que la publicación de esta obra implica una exposición mediática intensa, extremo del que ella lleva mucho tiempo desvinculada. En otro orden de cosas, este medio conoce cómo se encuentra su madre, Goyi Arévalo.
Goyi está «estable» y vive a caballo entre los domicilios de sus dos hijas, en Madrid. No hay que olvidar que, a nivel de salud, la progenitora de Carbonero está encarando un aciago período y tiene a toda su familia, y bonísimos amigos, pendiente de ella, arropándola.
No es la primera vez que a este diario se destaca la tremenda fortaleza de Goyi Arévalo. Desde que Arévalo sufrió este contratiempo de salud, sus hijas, Sara e Irene, no se separan de su lado. Tal es así que Goyi se llegó a instalar en La Finca, la elitista urbanización donde reside su hija Sara en Madrid.
Es verdad que, en los últimos años, la salud le ha dado distintos zarpazos a Sara Carbonero. Pero ella es una mujer resiliente y fuerte.
Sigue adelante, porque se ha dado cuenta de que la vida no se detiene y no queda otra que caminar. Sobre todo, hay dos poderosas razones: sus hijos, Martín y Lucas. En otro orden de cosas, el amor siempre acompaña a Sara y ella nunca renuncia a él.
En el plano amoroso, ahora mismo la presentadora vive un dulcísimo momento al lado de un empresario canario, José Luis Cabrera.

La presentadora, en un evento de Pedro del Hierro, hace unos meses.
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La dupla está feliz y ya no se esconde. Viaja y pasea románticamente por Madrid. No hay por qué rehuir la realidad. Cierto es que al principio jugaron al despiste, también su entorno; se habló sólo de amistad, pero el amor no se puede ocultar.
Hoy, la solidez define a esta pareja. EL ESPAÑOL pudo conocer hace unos meses que él viaja mucho a Madrid -procedente de Canarias, donde vive y trabaja-.
También una revista del corazón corroboró que José Luis conocía, al menos, a uno de los hijos de Sara, y que la acompañó a un partido de fútbol, jugado por el menor. Hoy, este medio está en disposición de ampliar la información.
Cabrera conoce a ambos hijos de Carbonero. También a la madre de ésta, Goyi, y a su hermana, Irene. Por supuesto, a Isabel Jiménez, íntima amiga de Sara. La periodista deportiva, por su parte, también ha dado un paso al frente en su historia de amor conociendo al entorno de él.
Habitual es también que en cada viaje de él a la capital de España visite el domicilio de Sara, en La Finca. José Luis pasa la mayor parte del tiempo en la mencionada urbanización.
Sara y José Luis están felices y tranquilos. Conviene recordar que Isabel Jiménez hizo las presentaciones oficiales entre Sara y José Luis durante un viaje a Canarias por motivos profesionales.
Jiménez conoce bien a José Luis, porque éste es un buen amigo de su hoy exmarido, Álex Cruz. Sara y Jota -como lo conoce su entorno- se conocieron y cayeron estupendamente. Después de aquella primera toma de contacto, la comunicadora y Bonny se vieron con más frecuencia.
La última reflexión de Sara
Hace unos días, Sara Carbonero concedió una entrevista en el pódcast de La cara buena del mundo. Allí, la de Corral de Almaguer se sinceró sobre las noticias negativas que pueblan los medios de comunicación hoy en día; ahondando en la idea de que lo malo vende más.
Reivindica Sara que hay que hablar de cosas positivas. «Las noticias buenas son fundamentales para que no caigamos en ese pozo, para que veamos que hay luz«.
«Es una responsabilidad también dar noticias buenas, porque las hay, las hay. Siempre es una noticia cuando alguien muere por una enfermedad. Yo digo, yo quiero también leer quién se cura», ha agregado.
Apunta, acto seguido: «No entiendo un país en el que haya, no sé cuántos programas hablando de la vida de la gente y si están es porque dan audiencia. Todo ese espacio se podría llenar de cosas como dices tú, de noticias positivas».