Cuando se baja del coche pone sus ojos directamente sobre los andamios permanentes que hay encima de los carros. Esboza una sonrisa y recuerda que en esta plaza de La Algaba fue triunfador allá por 2011 junto a su hermano. Borja Jiménez no puede evitar el peso que arrastra el paso del tiempo. Octubre. Cuando ya la temporada agoniza. En su rostro, el cansancio se muestra en las cincuenta y cinco tardes de toros toreadas. Sevilla, Madrid y Bilbao han vuelto a colocarle como triunfador indiscutible de la temporada con la excepción de Morante, claro está. Algeciras, Huelva, Azpeitia, Roquetas de Mar, Dax, Bezares, Linares, Salamanca, Logroño y un largo etcétera de plazas que han sucumbido ante su momento.
¿Eres feliz?
Sí. Al final estoy consiguiendo lo que siempre he querido. Eso es lo que me da la felicidad profesional. En lo personal la verdad es que estoy también muy feliz, estoy contento con lo que hago, con el día a día. Están los resultados que caen en la plaza, pero lo que te da realmente la felicidad es que lo que quieres hacer en el día a día lo estás haciendo. Esa es la tranquilidad mental que tiene uno.
Sin esa felicidad en el aspecto personal, ¿cuánto pesaría torear?
Para que salga la felicidad en la plaza tiene que haber algo en lo personal que te motive a tirar para adelante, sobre todo en los momentos complicados. Muchas veces se viven momentos difíciles en la plaza, momentos que no son nada agradables. Cuando uno tiene esa tranquilidad de que tu entorno y que tú mismo estás bien, pues es más fácil tirar para adelante.
¿Qué necesita Borja Jiménez para enfundarse un traje de luces?
Sobre todo la ilusión por conseguir algo más que materialmente, artísticamente. Es la ilusión de conseguir esa faena que uno sueña tantas veces, que tantas veces entrena, ese muletazo que te ha salido en el campo pero en la plaza todavía no. Ese tipo de ilusión. Ahora que llevo dos años toreando más, para motivarte y salir a la plaza más motivado lo que uno va buscando es eso.
¿Cuánto te debe a ti el toreo?
Quizás se lo deba yo al toreo, porque al final mi vida siempre se ha desarrollado en torno al toro. Tanto estos años que estoy toreando más como todos los años anteriores que apenas toreaba. Le he dedicado prácticamente todo mi tiempo al toreo, entonces siento que yo le debo más al toreo que el toreo me deba a mí. Mi felicidad la encuentro toreando.
¿Qué has aprendido esta temporada? ¿Es el mismo Borja?
Sí, totalmente el mismo, no he cambiado en absolutamente nada. Sí ha cambiado mi vida en el sentido de que es otra rutina distinta, es otra responsabilidad. Ya vas viendo que hay muchas miradas puestas en ti, que los fallos se perdonan menos y los aciertos valen más y eso te implica una presión añadida que te puede llegar incluso a cambiar el carácter. No te lo cambia porque estés consiguiendo cosas, el carácter cambia por la situación que tienes en ese momento. Vives presiones totalmente distintas cuando se torea poco. Cuando tienes tantos focos encima tuya para que salgan las cosas y tú sientes que si no salen te quieren quitar del medio, pero si salen das un pasito aunque no te dejen dar un paso tan grande… De pasito a pasito esa presión es muy fuerte, y eso forja el carácter.
Ser triunfador en el año del rey…
Borja Jiménez ha conseguido algo sumamente difícil así como importante: que su extraordinario 2025 se valore como merece en la misma temporada en la que Morante de la Puebla, poseedor del cetro del toreo hasta este 12 de octubre con su retirada, ha roto los moldes. Él mismo reconoce abiertamente que, vestido de luces, se le han escapado algunos olés en el callejón. «Es que torea muy bien», apostilla tras contarlo.
Hace relativamente poco tiempo el aficionado tenía esa sensación de que querían quitarse del medio a Borja Jiménez al mínimo traspiés. ¿Sigues teniendo esa sensación?
Esa sensación la he tenido, sobre todo, en el principio de temporada. Una vez que ya han empezado los triunfos tan fuertes en plazas de primeras ha llegado un momento en el que han dicho oye, que esto es una realidad, que no es fácil ya quitarlo. Obviamente te resbalas dos días y… El camino del apoderado independiente también tiene eso, que al principio te quieren ayudar todos y cuando sacas la cabeza pues ya te miden de otra manera. Al final son ocho o diez figuras del toreo que cada vez que entra un torero joven van apartando a otros toreros. Es una tarta a compartir. Ahora que uno está en el circuito, en la parte alta del escalafón, se da cuenta de la rivalidad real que hay, que no es todo lo que parece por fuera. Aquí en el momento que te resbalas sabes que el siguiente va a venir y te va a quitar a tu corrida de toros. Esa rivalidad existe y claro, al haber esa rivalidad notas esa presión de que no puedes fallar porque te quitan el puesto rápido.

Fotos: Rocío Carmona Vargas
Espartaco, tu padrino de alternativa, al borde de convertirse en máxima figura, principal figura del toreo dejó esta declaración: «Estoy en continua evolución, el verdadero Espartaco no se conoce todavía, mi verdadera forma de torear es despacio y con sentimiento, pero ahora tengo que buscar el triunfo todas las tardes».
Me veo muy reflejado en eso. Creo que ha habido tardes que sí, pero todavía no ha salido ese Borja que sale en el campo con esa tranquilidad de que no necesita triunfar. Además es verdad que muchas veces tengo la presión añadida de triunfar sí o sí para seguir subiendo escalones en mi carrera. Hay veces que uno se deja llevar un poquito por tener que triunfar y deja cosas al lado que son las que realmente gusta.
¿Entonces sientes que algunas tardes no has sido como tú eres?
Sí. Algunas tardes sí lo he sentido, que de verdad no ha salido ese sentimiento que uno tiene como torero por tener que triunfar sí o sí. Otras tardes de este año he disfrutado mucho como torero y he cuajado toros como a mí me gusta torearlos, pero, como te dije antes, no ha salido todavía la mejor versión. Ha salido una versión que se aproxima mucho a lo que yo quiero, pero todavía tengo mucho que evolucionar para que salga lo que yo hago en el campo. Es verdad que todos los días no puedes sacar tu mejor versión porque es muy difícil, pero sí, tanto el año pasado como este, he tenido tardes mucho mejores que las de la Puerta Grande de Madrid del primer año, por poner un ejemplo.
«Aquí en el momento que te resbalas sabes que el siguiente va a venir y te va a quitar a tu corrida de toros. Esa rivalidad existe y claro, al haber esa rivalidad notas esa presión de que no puedes fallar porque te quitan el puesto rápido»
Parte de la afición, tal vez a causa de esa necesidad de triunfar, ha percibido cierto atropello en tus faenas.
No sabría qué decirte, la verdad, porque a lo mejor con algún toro puede ser, pero si es verdad que… Al final, las mejores faenas mías, tanto del año pasado como de este, han sido en plazas de primera. Y hay ciertos toros de plaza de primera que para poder triunfar con ellos no se puede poner uno bonito porque aquello no funciona. Hay muchos tipos de embestida, hay muchos tipos de toros totalmente distintos. Y si quieres ponerte igual de bonito con todos los toros, te servirán un 15, un 20 por ciento de los toros. Yo siempre he buscado que me sirvan muchos toros.
Otro símil con tu padrino.
Sí, me obsesiono mucho con eso. Entreno mucho de salón muchas maneras distintas los toques, las maneras de torear. Todo para tener un concepto muy amplio del toreo.
¿Cuánto hace falta que el aficionado conozca que hay que renunciar muchas veces a ciertas cosas para que aquello embista y que salga adelante?
Aunque no seas aficionado también lo llegas a ver, porque el toro que es complicado lo ve todo el mundo. Y el toro que es complicado y termina embistiendo bien, también lo ve todo el mundo. Es verdad que hay que explicar más todos los matices técnicos de un torero, todos los matices que tiene una embestida. Más que de un torero, de las embestidas. Y en eso tendríamos que profundizar más porque es una cosa muy interesante. A los buenos aficionados les gusta conocerlo. No es fácil conocer las embestidas de los toros, sobre todo cuando hay tantos abanicos de investidas distintas.
Defíneme tu temporada.
Creo que ha sido una temporada muy importante. He consolidado todo lo que se hizo el año pasado. Al final, las claves de la temporada de los toreros se basan en las plazas de máxima relevancia como Sevilla, Madrid, Bilbao, Pamplona, Francia, Dax, Nimes, Béziers, Mont-de-Marsan, etc. Esas son las plazas que marcan la temporada y después, obviamente, la regularidad que tenga en demás. Al final, dos orejas en Sevilla, tres orejas en Madrid, dos con el indulto en Bilbao, tres en Dax y dos en Bézier. Y en las plazas de segunda y tercera en casi todas he salido a hombros. Entonces, yo creo que ha sido una temporada de consolidar todo lo del 2024. Muy parecida en estadística, en triunfo de plazas de primera, en triunfo en general. Me gustaría estar en el primer lugar del escalafón durante muchos años. Es lo que más me gustaría, estadísticamente hablando, en el toreo. Un sueño de siempre.
Si te digo Puerta del Príncipe, tú me dices…
Que es uno de los sueños más grandes que tengo ahora mismo por delante. La pude abrir, tuve la suerte de abrirla de novillero, pero de matador todavía no. La he tenido cerquita este año con las dos orejas de un toro y el año pasado con la corrida de Victorino, que corté una oreja y pinché un toro. La he tenido cerca pero no la he conseguido. Es una de las cosas que más me quitan el sueño ahora mismo.

Borja Jiménez, en Sevilla con el toro al que le cortó las dos orejas.
«Todo el que se lo gane en la plaza tiene que torear. Yo he pasado por ahí, sé lo duro que es ganártelo en la plaza y que te paren los pies y creo que lo justo para un torero, como ha sido toda la vida, es que el que triunfe una plaza de primera de verdad, pues ese torero esté anunciado. Y eso es fundamental para el toreo, para los aficionados. Si tú vas triunfando de plaza en plaza y no tienes contratos, entonces el triunfo, ¿de qué vale?»
¿Crees que estás en el camino verdadero y cierto para ser figura del toreo?
Sí, creo que se están consiguiendo cosas muy importantes. Tengo diez años de alternativa y me he llevado siete años y medio toreando dos corridas de toros, una o ninguna.Toreando muy poco. Y de hace dos años y medio para acá, se han dado triunfos muy fuertes. En apenas este tiempo, al final son tres Puertas Grandes de Madrid, son cuatro o cinco orejas en Sevilla, son dos Puertas Grandes Bilbao, etc.
¿Cómo describirías la faena del toro de Vitorino de este año en Madrid?
Emocionante. Fue una faena de emoción, porque al final fue un toro muy bravo que embistió muy fuerte. Y ese tipo de toros en plaza de primera no son los más fáciles. O los cuajas de principio a fin o te pueden hacer daño profesionalmente. Y la faena lo que tuvo fue mucha emoción y, sobre todo, mucha verdad. Yo me entregué desde primera hora, desde que me puse con la muleta. Era mi último toro de la feria. Él había visto cosas muy buenas con el capote. Me dije, o me pongo ya o me pongo ya. Y Madrid es así. Madrid te tienes que poner desde primera hora y entregarte al máximo y que sea lo que Dios quiera.
La última. Creo que nunca hemos tenido un abanico de toreros jóvenes tan grande y que toreen tan tremendamente bien.
Sí, es que hay muchos toreros que torean muy bien. Y es el momento, tal vez, de decir que a esos 5, 6, 7, 8 toreros, habría que buscarle sitio.
Dijiste en una entrevista que eres de los que no ibas a poner pega a nadie.
Todo el que se lo gane en la plaza tiene que torear. Yo he pasado por ahí, sé lo duro que es ganártelo en la plaza y que te paren los pies y creo que lo justo para un torero, como ha sido toda la vida, es que el que triunfe una plaza de primera de verdad, pues ese torero esté anunciado. Y eso es fundamental para el toreo, para los aficionados. Si tú vas triunfando de plaza en plaza y no tienes contratos, entonces el triunfo, ¿de qué vale? Yo creo que es importante que cada torero que triunfe en una feria, pero en plaza de primera, un triunfo real, un triunfo fuerte, tiene que estar en todas las ferias puestas.
Enhorabuena.
Muchas gracias.